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Semana Santa de gozo para el Sevilla

  • Eficacia El conjunto de Jiménez sólo necesitó un gol de penalti de Kanoute para derrotar al Recreativo y prolongar su racha triunfal Distancia Los blanquirrojos ya tienen nueve puntos de diferencia sobre el cuarto equipo de la clasificación

Los sevillistas tienen motivos de sobras para vivir una Semana Santa con el pecho henchido de gozo. Su equipo, el Sevilla, no sólo volvió a ganar en Huelva, además ya le saca nueve puntos al cuarto clasificado, hasta ayer el Villarreal, y eso coloca la posibilidad de meterse de manera directa en la Liga de Campeones muy cerquita. Cierto que aún restan veintisiete puntos por disputar y eso es mucho en un campeonato tan igualado como el español, pero el fútbol invita a vivir siempre el presente y éste no puede ser más venturoso para el Sevilla.

Ni siquiera necesitaron los hombres de Manolo Jiménez recurrir a su mejor juego, a ese fútbol dinámico que acapara últimamente los elogios de la crítica y, lo que es más importante, del exigente entorno que rodea a la entidad blanquirroja, para imponerse al Recreativo. Al Sevilla, esta vez, le bastó con la sobriedad, con aprovechar un regalo del local Poli, por el ingenuo penalti que cometió sobre Renato, y con sobrevivir a los sustos que sufrió Palop en más ocasiones de las que tal vez hubieran sido necesarias ante un rival claramente inferior.

Pero el fútbol es así, no siempre el juego es fluido y en ello tuvieron mucha influencia, en este caso negativa, dos hombres que habían sido protagonistas estelares en la anterior comparecencia del Sevilla en la Liga. Claro que la referencia se dirige directamente a Romaric y Kanoute, quienes sencillamente no tuvieron su día más inspirado junto a la ría de Huelva. A ambos parece que les pesó el periplo africano del pasado fin de semana y, sencillamente, no estuvieron precisos con el balón en los pies. Y eso es un lastre muy grande para un equipo que depende tanto del toque de dos de sus principales artistas con la pelota. ¿Quiere esto decir que el triunfo del equipo de Manolo Jiménez ante el Recreativo fuera injusto? En absoluto, faltaría más. La cuestión es que el Sevilla tal vez no debiera haber pasado esos apuros frente a un rival que está a años luz de su nivel actual.

El Sevilla, de cualquier manera, fue el justo ganador del choque por varias razones. La primera, la más perogrullesca, tiene que ver con el número de goles que contabilizó el condescendiente Ayza Gámez en el acta para dar fe de lo que sucedió. Los sevillistas anotaron uno, por medio de Kanoute, y los recreativistas se quedaron en blanco pese a las claras opciones de las que dispuso Maidana en un tramo concreto del encuentro. La segunda ya se refiere al juego en sí en un encuentro en el que el control perteneció durante un mayor porcentaje de minutos al bando visitante. Y la tercera, y última, apunta al planteamiento valiente que realizó Jiménez para afrontar el choque, con Adriano de nuevo en el lateral derecho y Perotti como acompañante de Kanoute en el frente del ataque.

A partir de ahí la cuestión era que el balón echara a rodar para que se viera que el Sevilla quería rasear la pelota desde el principio. En eso tiene mucho que ver la anteriormente mencionada ubicación de Adriano en el costado derecho de la zaga. El brasileño aumenta el riesgo atrás, pues el físico, por su ímpetu, tal vez no le dé para aguantar los noventa minutos y necesita dosificarse, pero es una delicia verle hallar todas las soluciones posibles cuando el balón le cae en sus pies y tiene que eludir la presión del rival. El Recreativo buscaba a los nervionenses con muchos hombres en la zona más adelantada, pero Adriano, salvo algún error puntual, sacaba el esférico con una naturalidad tremenda.

Además, Renato se ubicaba por el centro y hallaba socios en Romaric, Perotti y Kanoute, aunque el fin último del juego acababa la mayoría de las veces en Jesús Navas por la derecha. Éste se iba una y otra vez de Poli, pero sus centros no eran rematados con acierto. Y eso posibilitó que el Recre, que también tiene calidad a pesar de carecer de nombres, viviera su fase de mayor inspiración. Fueron unos minutos de ligero desconcierto visitante y la suerte para Squillaci, Mosquera y compañía es que Maidana no estuvo inspirado en las diáfanas oportunidades que se le presentaron.

Jiménez ordenó en esa fase su habitual movimiento de piezas para que Perotti se fuera a la izquierda, Renato ejerciera de segundo punta y Romaric tomara el mando en el eje de todo. El Sevilla aumentó su control y entonces llegó el jugadón de Fernando Navarro previo al penalti que cometió Poli sobre Renato. Transformación de Kanoute y desde ese instante los sustos fueron cada vez más aislados para Palop.

El Sevilla, cuyo mayor pero sigue siendo su ineficacia a balón parado, vivió con relativa tranquilidad todo el segundo periodo y hasta tuvo opciones de sentenciar el litigio a través de Duscher, Kanoute y Kone. No lo hizo, pero el resultado final no se alteró para felicidad de un sevillismo que vivirá gozoso la Semana Santa de su ciudad.

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