Sevilla-Getafe (0-1): De vuelta al pasado
Primera division
El Sevilla ve rota ante el Getafe su racha de resultados en el día en el que Maresca y Romaric volvieron a coincidir como titulares. Los blancos, como otrora, regalaron un tiempo al rival.
Doloroso paso atrás del Sevilla. Por mucho colchón de puntos que disponga el equipo de ManoloJiménez para alcanzar el objetivo de la temporada, la clasificación para la Liga de Campeones, no se pueden dar regalos a los rivales y el conjunto sevillista prácticamente le entregó los puntos ayer a un discretísimo Getafe por la sencilla razón de que fue el Sevilla de la primera mitad de la temporada, el conjunto que provocó tantos debates en el entorno del club sobre la figura del entrenador a pesar de que ganaba mucho más que perdía.
Hay una cosa difícil de explicar en el mundo del fútbol. A saber, ¿por qué los entrenadores se empeñan en cambiar lo que viene funcionando de maravillas? Cierto que Duscher estaba lesionado, según manifestó el propio Manolo Jiménez en las vísperas, pero seguro que habría otra alternativa en la plantilla para no tener que variar el equilibrio que ya había alcanzado este equipo para funcionar como un reloj, un ensamblaje de futbolistas que, con alguna excepción, tan buenos resultados les ha proporcionado a los blancos en casi todo el año 2009. Claro que esta referencia tiene que ver con la pareja Maresca-Romaric, por supuesto que sí.
Por mucho que el marfileño volviera a ubicarse de partida en el interior izquierdo, la apuesta por el italiano después de tanto tiempo condujo al Sevilla al mismo desequilibrio que padecía antes. Maresca es blanco y Romaric es negro; Maresca juega en una zona concreta y Romaric puede hacerlo en otra; Maresca conduce más la pelota y Romaric gusta de desplazarla en largo en muchas ocasiones;Maresca tiene llegada por sorpresa y Romaric aparece algo menos por las cercanías del área rival... Pero, futbolísticamente, son tan parecidos ambos que al final se anulan. Los dos necesitan estar en contacto permanente con el balón, todo lo que no sea eso los incomoda y, por supuesto, Rodríguez Santiago, como todos los árbitros, prohibió que se jugara con dos pelotas al mismo tiempo en la tarde de ayer en el Sánchez-Pizjuán. Permítase la ironía, pero es así.
No se trata de cargar sobre uno ni sobre otro, pues eso sería bastante injusto, sobre todo en el análisis de la tarde de ayer. Ni siquiera Maresca se hizo merecedor de una crítica acerba, pues bastante hizo con intentarlo después de tanto tiempo lejos de los terrenos de juego. La cuestión es saber por qué Jiménez volvió a componer una pareja que sólo le había dado resultados en la pretemporada, cuando el resto de los rivales aún andaba con plomos en las piernas por las cargas de kilómetros necesarias para aguantar luego una campaña completa.
Pero no, Maresca y Romaric volvieron a coincidir en un equipo inicial, por primera vez desde que el italiano criticara públicamente los planteamientos del equipo después del Sevilla-Racing.Aquel día ni siquiera habían jugado de partida y la última referencia de ambos en la titularidad está en el Valencia-Sevilla de la ida de la Copa del Rey. El resultado, ante el Getafe, fue un Sevilla que, como antaño, volvía regalarle un tiempo al rival, incapaz de meterle al juego ese ritmo de las últimas semanas que tan buenos resultados le había deparado. Era un Sevilla previsible, con la única alternativa de acarrearle la pelota a un Jesús Navas no demasiado inspirado.
Sobraba una pieza, indudablemente, en el centro del campo y tal vez faltara un balón más para que los registas se encontraran cómodos en su labor de sobar el esférico antes de hallar el pase adecuado. También es verdad que ni Kanoute ni Luis Fabiano estuvieron excesivamente inspirados, pero los dos delanteros casi siempre estaban en desventaja ante unos defensas que tenían tiempo de sobras para recibir las ayudas.
Tan evidente era que uno de los dos pensadores no tenía sentido, elíjase el que se quiera, que Jiménez optó por mandar a la ducha a Maresca en los albores del segundo periodo. El italiano había sudado la camiseta, por supuesto, pero el equipo era peor. Le tocó, por tanto, a Maresca como le pudo suceder a Romaric. El Sevilla, además, estaba indemne en el marcador, entre otras cosas porque el Getafe era un manojo de nervios y le regalaba el balón constantemente. A partir de ahí el juego mejoró, sobre todo porque fue más rápido, pero el acierto ante Stojkovic siguió siendo nulo.
El cuadro nervionense no fue capaz de aprovechar ninguna de las ocasiones que tuvo, que fueron bastantes y claras a pesar de no realizar un fútbol brillante. Y, lógicamente, el riesgo se incrementaba conforme pasaban los minutos hasta que llegó el error de Squillaci, uno de los mejores hasta ese instante. Gavilán lo aprovechó, el Getafe se tuvo que pellizcar para creerse que salía como ganador por primera vez del Sánchez-Pizjuán y Jiménez seguro que rumiará por sus adentros que por qué elegiría a Maresca como sustituto de Duscher. El fútbol es así; como dice un veterano periodista, los entrenadores son los que se equivocan al hacer las alineaciones. Para eso cobran.
Ficha técnica:
0 - Sevilla FC: Palop; Adriano, Squillaci, Dragutinovic (Koné, m.85), Fernando Navarro; Jesús Navas (Diego Capel, m.64), Maresca (Perotti, m.53), Renato, Romaric; Kanouté y Luis Fabiano.
1 - Getafe CF: Stojkovic; Cortés, Mario, Cata Díaz, Rafa (Licht, m.76); Granero (Contra, m.66), Casquero, Polanski, Gavilán; Manu y Soldado (Albín, m.79).
Gol: 0-1, M.82: Gavilán.
Árbitro: Julián Rodríguez Santiago (Comité Castellano-Leonés). Amonestó a los visitantes Rafa (m.26) y Contra (m.86) y al local Fernando Navarro (m.37).
Incidencias: Partido disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos 43.000. espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.
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