Fútbol femenino | Primera Iberdrola

El Sevilla femenino cae pese a su serio partido ante el Real Madrid (2-0)

  • Martín-Prieto pudo empatar por dos veces en una disputada segunda mitad

Imagen del partido entre el Real Madrid y el Sevilla femenino en el Alfredo di Stéfano.

Imagen del partido entre el Real Madrid y el Sevilla femenino en el Alfredo di Stéfano. / Imagen SFC

Después de su primer triunfo en casa ante el Alhama, el Sevilla cayó en su visita al Real Madrid por 2-0, aunque planteó un serio partido y buscó el empate hasta el final, cuando Weir firmó la sentencia con un gol en el minuto 95.

El equipo de Cristian Toro cayó ante un Real Madrid que sigue invicto esta temporada. Se adelantó para las locales Rocío, con un gran cabezazo cruzado en el minuto 65, pero no pudo cantar victoria con tranquilidad el equipo blanco hasta el disparo potente de Weir en el minuto 95. La primera mitad se desarrolló con pocas ocasiones y un inicial ímpetu madridista. Weir realizó un primer aviso que no sorprendió a Sullastres (27’). Mientras que Lucía probó suerte con un disparo lejano y algo desviado (36’).

El Sevilla reaccionó con brío ante estas dos advertencias de las locales. Adelantó líneas el conjunto adiestrado por Cristian Toro y el Madrid sufrió para mantener incólume su área, aunque esa fase de dominio no se tradujo en ocasiones diáfanas.

Tras el descanso, se mantuvo el desarrollo de intercambio de dominio. Hasta que los cambios madridistas empezaron a surtir efecto en un mayor ritmo de ataque.

Sería no obstante la titular Rocío la que abrió el marcador en el minuto 65. Fue un cabezazo preciso a un córner botdo por Teresa.

La defensa sevillista se defendió de ese acoso del Madrid y sacó un remate de Weir en la línea de gol.

Pero el Sevilla todavía tenía cosas que decir y casi logra el empate. Martín-Prieto remató con mucha intención y su disparo salió fuera por muy poco. Más clara sería aún su mano a mano con la meta local Misa, que realizó una gran parada (77').

Murió ahí el Sevilla, que además recibió el golpetazo del 2-0 ya al final, cuando Weir sentenció con un fuerte chut con la zurda.

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