Atletismo

Shumie y Chelal, ganadores del 38 Maratón de Sevilla

El ganador de la prueba, el etíope Gadise Birhanu Shumie.

El ganador de la prueba, el etíope Gadise Birhanu Shumie. / José Ángel García

El maratón es una carrera en la que hay muchas carreras. Casi tantas como corredores y en el 38 Maratón de Sevilla había 12.000 este 2023. Entre ellos, el más rápido fue el etíope Gadise Birhanu Shumie, que se se quedó a un puñado de segundos del récord de la prueba que en 2022 logró su compatriota Asrar Abderehman (2:04:43). Ganó con un tiempo de 2:04.59 horas. Se le hizo demasiada larga la Avenida de la Constitución y la recta final del Paseo de las Delicias, porque en la Alameda su zancada caminaba por debajo de la marca del año pasado. No lo consiguió, pero cumplió con los objetivos de los organizadores de bajar de 2:05 horas y de paso le metió un tremendo bocado a su mejor marca personal, lograda en Montreal en 2022 (2:09.23).

Como hizo la keniana Jackline Chelal en categoría femenina. Fue la primera en meta con 2:20.28 horas. Su mejor registró acreditado era de 2:09.22 (Madrid, 2021), demostrando que las calles de la capital andaluza son inigualables a la hora de buscar la mejor marca personal. Pero en un maratón, como se decía al principio, hay muchos maratones. Los 42.195 metros de distancia dan para mucho y hay muchos protagonistas al margen de los vencedores. Y una de ellas fue, sin duda, Meritxell Soler. La catalana debutaba ante los 42,195 kilómetros. Y en su primera vez demostró que ha nacido una nueva maratoniana en España. Una rival para la plusmarquista nacional, Marta Galimany, que a punto estuvo de perder su récord a a manos, o zancadas, de su paisana. Soler se quedó a pocos segundos de las 2:26.24 horas que Galimany firmó en Valencia, pero con sus 2:26.36 cuando se enfrentaba por primera vez a un maratón logró no sólo la segundamejor marca española de todos los tiempos sino, de paso, las mínimas para el Mundial de Budapest y los Juegos de París 2024. Lo dicho, ha nacido una maratoniana.

Otra carrera fue la del mejor español en meta: Ibrahim Chiakir. El subcampeón nacional fue la primera parte de la prueba arropado en un grupo con otros españoles, pero dio el tirón pasado el kilómetro 25 y comenzó una lucha personal contra el cronómetro. Su objetivo era baja de 2:09. No lo logró, pero su 2:09.16 le dejó un gran sabor de boca y el billete para la cita de Budapest en el bolsillo, algo que deberán seguir buscando Dani Mateo y Jorge Blanco.

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, con el podio de la categoría masculina de la prueba. El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, con el podio de la categoría masculina de la prueba.

El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, con el podio de la categoría masculina de la prueba. / José Ángel García

La carrera fue como tantas otras en Sevilla. Espectacular. La prueba sigue creciendo año tras año situándose entre las mejores del mundo por su recorrido y situación en el calendario. El tiempo, sin viento, acompañó al espectáculo por las calles de una ciudad que se volcó con los atletas en todos los puntos del recorrido.

De inicio fue una carrera muy rápida y durante la primera mitad de la cita se corrió por debajo de los tiempos del año pasado al ritmo que marcaban Tarus Philip Kiprono y Kirwa Novestus Kipkosge como liebres: 14.46 minutos en el kilómetro 5 y 29.28, en el 10: 11 segundos por debajo de las marcas de 2022 ese punto. Pero la segunda de las libres se retiró antes de lo esperado y Kiprono se quedó solo. El ritmo fue aminorando y en la media maratón (1:02.32) todavía aguantaban una veintena de corredores en cabeza. En el kilómetro 30 dijo basta Kiprono, que se dejó 18 segundos respecto a los tiempos del año anterior entre el kilómetro 20 y el 30. Los corredores pasaron por el Benito Villamarín y fue cuando la cabeza de carrera se rompió. Se quedaron cuatro atletas por delante. Junto al mencionado Shumie, sus compatriotas Kebede Tulu Wami y Mekuant Ayenew Gebre, ganador en Sevilla en 2020 (2:04.46), con el keniano Enock Onchari dejándose el alma por enlazar. No pudo.

La carrera entraba por el Parque de María Luisa y en la Plaza de España ya nadie podía seguir el ritmo de Shumie, que cambió de marcha para irse en solitario. Tanto e así que si en el kilómetro 35 estaba 22 segundos por debajo respecto a la cita de 2022 en el 40 tenía incluso 15 segundos de margen. Pero el muro del maratón es mucho muro. El de Sevilla es un trazado plano, pero cuando la fatiga empieza a pesar las rectas de la Alameda, la calle Tetuán y la Avenida de la Constitución parecen empinarse cuando las piernas llevan ya más de 40 kilómetros de zancadas. Se desfondó Shumie en los últimos metros, pero se le escapó el récord. No así la mayor victoria de su vida, por delante de los también etíopes Wami y Gebre, segundo y tercero a 19 y 24 segundos, respectivamente.

Jackline Chelal cruza la meta Jackline Chelal cruza la meta

Jackline Chelal cruza la meta / José Ángel García

Chelal, carrera en solitario

Muchos más kilómetros en solitario tuvo que afrontar Jackline Chelal (2.20.28), apoyada en el marroquí Hassane Aouchar como liebre. La keniana se impuso en una prueba que, como la masculina, durante mucho tiempo estuvo por debajo del récord que estableció también en 2022 la etíope Alemu Megertu (2:18.52). Pero pagó caro correr tanto tiempo sin ninguna compañera al lado y desde el kilómetro 25 fue perdiendo fuelle, aunque su triunfo fue incontestable también.

El grupo de españolas, como es lógico fue siempre por atrás. El foco era para Meritxell Soler, que en su debut en la distancia intentaba un imposible: ir a por el récord de España. O no... No es la primera, ni será la última, que pone en el mapa una chincheta en Sevilla para estrenarse en un maratón. Ya hizo el medio maratón en la ciudad hispalense en 2022 (1:10.36). Pocas curvas, recorrido plano, un clima suave... Todo lo que busca un atleta de fondo. Con su pareja y entrenador corriendo a su lado buena parte del recorrido, la de Manresa mantuvo un ritmo constante haciendo temblar durante gran parte del circuito el récord de Galimany. Pero 42,195 kilómetros son muchos. Le sobraron unos metros o le faltó un poco de gasolina para firmar la machada. El Paseo de las Delicias se le hizo largo y se quedó a 12 segundos de firmar una de las grandes gestas del atletismo español, pero demostró que está para otros grandes éxitos en el futuro. 

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