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Sinceridad y valentía

  • Casto, asaeteado a preguntas sobre un inexistente fallo ante la Real, explica el estilo de juego del Betis y el posible cambio de cara a Pamplona · El guardameta apoya a Mel, aunque entendería su destitución.

Al periodista de hoy lo mejor es responderle sin rechistar y fe de ello dio ayer el guardameta Casto, quien soportó no menos de seis preguntas, media rueda de prensa, sobre un supuesto fallo ante la Real Sociedad en la jugada postrera del gol de Íñigo Martínez. Lo hizo con estoicismo, defendiéndose con la verdad e incluso asumiendo una mínima parte de culpa. De igual modo, fue valiente al hablar de Pepe Mel.

Antes, hizo una radiografía del estado anímico de la plantilla. "Lo pasamos mal, el vestuario está triste porque fue un palo muy duro el último gol para todos, aficionados incluidos. Pero el día a día y el trabajo debe servir para levantarnos cuanto antes, porque tenemos otra final el domingo", dice.

"Minutos antes -se refiere ya al 2-3-, una jugada muy parecida en un uno contra uno de Carlos Vela contra mí, pude llegar porque estaba adelantado y quizá pudo haber sido el tercero también. Creo que hay que darle el mérito a él (Íñigo Martínez) por su gran golpeo", matiza Casto, quien lo atribuye todo a las urgencias del equipo: "Venimos de una racha negativa y acabamos volcados para ganar porque lo necesitamos, y a mí no me queda otra, porque tengo diez compañeros por delante de mí. No es la manera en la que más me gusta jugar, pero es la que nos ha tocado por las circunstancias. Pero no hay que justificarse, todos tomamos riesgos, el míster también. Ahora es fácil pensar que si hubiera estado debajo de la portería...".

El extremeño, incluso, acepta que la grada la pudiera tomar con él. "Perfecto, prefiero que me metan presión a mí, acepto cualquier crítica. Si a partir de ahora toda la presión la soporto yo y mis compañeros pasan desapercibidos, mejor. No tengo problemas", sorprende Casto tras repetir más de una vez las cuestiones anteriores.

Turno para hablar de Mel. "Lo está pasando mal, como nosotros, pero somos profesionales y cuanto antes nos levantemos, mejor. Todos sabíamos que en cuanto no entrara la pelota... Ya con los dos primeros goles estaba todo en el subconsciente y entendíamos qué podía pasar. Es una pena, porque el trabajo es magnífico, pero a veces hay que tomar decisiones y alguien las tiene que tomar. Por supuesto, confiamos en él, es nuestro entrenador y estamos a muerte, como el año pasado. Vamos a salir de ésta, somos un buen equipo", refiere.

Casto piensa que igual deben jugar más arropados. "¿Por qué lo pueden hacer el Villarreal o la Real y nosotros, recién ascendidos, no. Nos fue bien, pero ahora nos han sorprendido y no estaría mal cambiar cosas", asegura Casto.

Por descontado, no elude la culpa de los futbolistas en la actual crisis. "Tenemos la parte más grande, porque somos los que salimos al campo, y los protagonistas cuando ganamos y perdemos. Hay que asumir que no hemos sabido leer los partidos. Hay muchas ganas, pero eso no vale. Hay que trabajar, inventar cosas nuevas, y eso es mérito del entrenador, que siempre está pensando en variantes", apostilla el guardameta.

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