Unai halla a su Sevilla (5-0)
Sevilla FC-Getafe
El cuadro nervionense vuelve a mostrar una buena imagen y golea a un Getafe que ofreció buenas sensaciones al principio Emery no refrescó al equipo e insistió en la línea correcta
Unai Emery ha dado con la pócima satisfactoria entre las probetas con las que se maneja. Ya lo avisó el entrenador vasco el pasado miércoles en el Etihad Stadium de Manchester y lo corroboró ayer prácticamente con los mismos elementos, pues sólo introdujo como novedad a Mariano en la posición de Coke; su Sevilla comienza a parecerse a las dos versiones anteriores que tantos éxitos, incluidos dos títulos europeos, les reportaron tanto al propio técnico como a la entidad nervionense, aficionados incluidos. Esa búsqueda de los automatismos, de las sinergias, de las parejas que mejor se compenetren, de esos conceptos tan extraños que tanto comparecen en el universo fútbol en la actualidad, parece bien encaminada y el cuadro sevillista barrió al Getafe del césped a pesar del esfuerzo que podía arrastrar por su comparecencia intersemanal en la Liga de Campeones.
Fue un Sevilla con tan buen gusto por el fútbol como en Manchester, incluso como el que ofreciera durante la segunda parte de la cita con el Eibar, con una diferencia fundamental, la efectividad ante la portería rival. Si en los dos anteriores compromisos sólo era capaz de anotar un tanto pese a la multitud de llegadas nítidas de las que dispuso, en esta ocasión el porcentaje de aciertos del delantero centro se incrementó de manera notable. Porque, aunque ya marcó la pasada jornada en tierras guipuzcoanas, Gameiro supo dar, por fin, con el marco rival como él sabe hacerlo. El francés, esta vez sí, se acercó a los parámetros que demostrara en las dos anteriores campañas Carlos Bacca y eso sirvió para desbrozar todos los caminos hacia el éxito.
Aunque sería injusto quedarse sólo con el elevado porcentaje goleador, incluidos los tres claros penaltis decretados por Vicandi Garrido tras el intermedio, el Sevilla tuvo fútbol de sobras para superar al Getafe de cualquier otra manera. Tanto que, pese al inicio que tuvieron los madrileños, con trazas de equipo bien trabajado y capaz de complicarle la vida al rival que le toque enfrente, el cuadro nervionense comenzó a percutir con fuerza en las zonas débiles de los azulinos desde el mismo arranque. Avisó Tremoulinas con un disparo con la derecha que podía haber tenido enjundia y lo confirmó Konoplyanka en una excelente jugada de estrategia, la primera, que acabó con un disparo del ucraniano al poste después de un buen córner trabajado con Vitolo.
El equipo de Emery presentaba sus credenciales así de pronto y lo hacía con unos elementos casi idénticos a los que estuvieron presentes en Manchester. Sólo Mariano ingresaba en el costado derecho de la defensa para darle descanso a Coke y, de paso, meterle más profundidad al equipo por ahí, algo que el entrenador vasco considera fundamental para sus escuadras. Sin embargo, se produce un ligero matiz táctico, pues Iborra y Banega intercambiaron esta vez mucho más sus posiciones y el valenciano no estaba tan fijado como medio centro para encargarse de las coberturas y sí iba al ataque para que el argentino fuera el constructor en la salida del balón desde atrás.
Cosas de diferenciar, lógicamente, el potencial del City y del Getafe. Lo cierto es que de esta manera el Sevilla ofrecía un buen juego y encontraba tanto a Vitolo como a Konoplyanka en el escalón intermedio antes de llegar a los costados para percutir sobre el rival. Particularmente vistoso fue, otra vez, el fútbol del ucraniano, que comenzó a volver locos a los zagueros visitantes. En el minuto 19 tuvo el extremo izquierdo, que no zurdo, una clara ocasión para batir a Guaita.
Pero el gol se hizo esperar un rato más, concretamente hasta que en el minuto 35 Banega se inventó un disparo lejano que Guaita repelió, muy mal por cierto, y Gameiro buscó el rechazo como si se tratara de Bacca. Que el gol no estuvo acorde a la plasticidad del fútbol que venía ofreciendo el Sevilla, cierto, pero qué más da. Abrió el camino y a partir de ahí Gameiro pudo marcar dos más antes del descanso, justo cuando sumó el segundo en una gran acción de estrategia, de pillo por parte de Banega otra vez. Falta y disparo fortísimo del francés a la red.
El Sevilla había plasmado en el marcador el fútbol que ya está manando del laboratorio de la carretera de Utrera. Y, para mayor tranquilidad, Vigaray agarraba en el área de la camiseta a Konoplyanka al poco de arrancar el segundo periodo. Tres a cero y la placidez era ya absoluta después de todas las dudas que habían revoloteado sobre esa plantilla que tantas sonrisas había dibujado en el rostro de Monchi al analizar el papel con sus elementos.
El segundo periodo dejó la imagen de un Sevilla que está en camino y que sumó otros dos goles, también de penalti es verdad, pero ésa no es la cuestión, lo trascendente es que Unai ha hallado la fórmula magistral en sus probetas. Ahora cabe añadirle algún elemento concreto para mejorar, pero la línea ya está trazada.
ÁRBITRO: Vicandi Garrido (vasco). Se atrevió a pitar tres penaltis, algo que no todos los colegiados hacen, pero la realidad es que lo fueron.
TARJETAS: Roja Vigaray (59'). Amarillas Vigaray (49'), Iborra (51'), Juan Rodríguez (52') y Vigaray (59').
GOLES: 1-0 (35') Gameiro empuja con la derecha un balón mal repelido por Guaita tras un disparo lejano de Banega. 2-0 (45') Gameiro fusila con la izquierda a Guaita tras una gran falta ensayada que le facilita Banega. 3-0 (50') Banega transforma con la derecha engañando a Guaita un claro penalti por agarrón de Vigaray a Konoplyanka. 4-0 (60') Gameiro golpea con la derecha fuerte y raso un penalti de Vigaray al propio francés. 5-0 (81') Konoplyanka toca con la derecha con clase un penalti de Wanderson a Mariano.
MOMENTOS CLAVE: 13' Córner en corto que acaba con un disparo de Konoplyanka al poste. 19' Doble opción de Konoplyanka y Gameiro.
INCIDENCIAS: Partido de la novena jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ante 34.595 espectadores.
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