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Yevhen y Éver, a plenitud

  • Konoplyanka y Banega se entrenaron ya ayer, reflejan su voluntad de tirar del Sevilla y apuntan a San Sebastián.

Noticias óptimas para Unai Emery en la vuelta al frente que considera principal, al que procura el pan de casa, la Liga. Ayer, a dos días de un partido que el entrenador vasco considera importantísimo en el propósito de engancharse al vagón de los aspirantes europeos, dos piezas básicas del engranaje, Konoplyanka y Banega, retornaron al trabajo junto al danés Krohn-Dehli y en principio todos estarán hoy a disposición del entrenador para subirse al avión con destino a San Sebastián.

El virus FIFA, que tanto daño ha hecho en anteriores parones en forma de lesiones o de regresos demasiado apurados -ejemplo, el de Banega antes de viajar a Valencia para jugar con el Levante-, ha sido más benévolo en este caso: el cansancio acumulado por los partidos internacionales está ahí, en las piernas del ucraniano, el argentino, el danés y Krychowiak, quien ya se había incorporado al trabajo días atrás, pero la condición física no debe impedir que ninguno entre hoy en la lista de convocados.   

En la sesión vespertina de ayer, programada de nuevo a las cuatro de la tarde para que la plantilla se aclimate a la hora del partido de mañana en Anoeta, tanto Konoplyanka como Banega mostraban una abierta sonrisa y bromeaban con algún compañero antes de la charla que, en pleno terreno de juego de la ciudad deportiva, dio Unai Emery a sus pupilos.

El extremo ucraniano y el organizador argentino han regresado con el impulso anímico de haber triunfado con sus respectivas selecciones. Konoplyanka contribuyó a lograr el billete para la Eurocopa de Francia en la repesca ganada a Eslovenia y Banega fue pieza clave en la importantísima victoria de la albiceleste en Colombia, que la hizo despegar en la fase previa del Mundial 2018.

Las victorias quitan plomo en las piernas. Y ambos jugadores, además, están ya a tope, en el punto óptimo para marcar las diferencias en este Sevilla, como se vio en el último partido de Liga ante el Real Madrid.

Ahora, en la vuelta al campeonato, es el momento de que el Sevilla meta una marcha más, que zanje la sequía de triunfos fuera de casa, que se prolonga desde la última jornada de la pasada Liga en Málaga, y enjarete de una vez una racha positiva que lo sitúe en la zona alta, un imperativo atendiendo a su presupuesto.

Emery es el primer consciente de que el Sevilla no puede seguir más en ese camino de irregularidad y por eso va a contar tanto con Konoplyanka como con Banega para una cita, la de la Real, que considera tan crucial como la del Borussia, de Champions, el próximo miércoles.

Fuentes del entorno de Konoplyanka consultadas por este diario reconocen que ha llegado el momento de que el jugador suba otro peldaño, el definitivo, y ejerza ya con plena regularidad como la estrella que debe ser. Su adaptación es un hecho. El chaval, mientras avanza en el aprendizaje del castellano con su profesora particular, se encuentra cada día más integrado en el equipo y la ciudad. Tal es su implicación en el trabajo que en sus círculos privados agradece a Unai Emery el manejo de los tiempos para darle un progresivo protagonismo en el equipo, acorde con su adaptación a un entorno absolutamente ajeno a lo que ha sido su vida hasta el pasado verano.

A Konoplyanka incluso le ha parecido inteligente la estrategia de Emery, porque una precipitada titularidad hubiera conllevado el riesgo de tirarlo a los leones. Ahora sí es el momento. Y mucho mejor en su sitio, la banda izquierda, donde ahora lo ubica su técnico tras la fallida experiencia en Turín.

El joven de 26 años tiene hoy dos ejes en su vida: su trabajo por un lado, en el que su carácter abierto y bromista le ha ayudado en el vestuario, y por otro su vida familiar con su pareja y su hija, que vio la luz hace mes y medio en Sevilla. Cuando no se entrena o juega, suele disfrutar con su gente en su hogar en el Real Club de Golf. Apenas sale, aunque se ha interesado en descubrir las excelencias de la ciudad y ya conoce los monumentos más característicos. Konoplyanka, atado ya el objetivo de la Eurocopa, sabe que ha llegado el momento de apretar con su club.

Lo mismo le ocurre a Banega. Está muy a gusto en el club y la ciudad y, tras salir por la puerta de atrás del Valencia, ha vuelto a sentirse valorado. Tanto, que su rendimiento es óptimo, el mejor de su carrera posiblemente, de blanco y de albiceleste. La prensa argentina no escatimó elogios al talentoso centrocampista por su partidazo en Barranquilla el miércoles, coronado con el pase que dio origen al gol de Biglia. Banega ha adelantado a Pastore en las preferencias del seleccionador, Tata Martino, y clubes con dinero como Roma, Juventus o Everton siguen muy de cerca sus evoluciones, sabedores de que las virtudes del ex valencianista son rara avis en el mercado.

El Sevilla tiene muy presente que Banega, con 27 años, una edad óptima, vuelve a estar en primera línea del escaparate. Por eso ya ha movido ficha para ampliar y mejorarle el contrato. Ha sondeado su predisposición a volver a firmar, que es buena por su integración y por la deuda moral que tiene con un club que confió en él cuando estaba relegado a un papel residual en el Valencia. "Alguna culpa tendremos nosotros de que sus mejores momentos futbolísticos los esté pasando en el Sevilla", dijo al respecto José Castro.

Pero el internacional argentino, que firmó en 2014 por dos años más otro opcional si se cumplían unas condiciones que está cerca de cumplir, no tiene prisa por ampliar su compromiso. Es tiempo de mirar al balón y consolidarse como pieza fundamental en el juego del Sevilla. Si lo hace, las novias se le multiplicarán.

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