Juan Llaneza · Director Deportivo

"Ni agentes ni jugadores han entendido la nueva coyuntura económica"

  • El técnico explica las dificultades pasadas este verano para fichar, que van más allá de las apreturas económicas de la entidad. Satisfecho con la plantilla, cree que la apuesta por los jóvenes es la base del futuro.

-¿Satisfecho con la plantilla?

-Dentro de las dificultades que hemos tenido, creo que hemos hecho un equipo lo más equilibrado posible acorde a los números que manejábamos. Las sensaciones que transmite el grupo son buenas, pero será la competición la que nos ponga en nuestro sitio.

-¿La juventud es un punto débil demasiado evidente?

-Es el punto débil, pero hay puntos fuertes como el talento.

-¿Difiere mucho la plantilla que esbozó el 1 de junio a la que tiene el 1 de septiembre?

-En junio no conocía el presupuesto, pero es cierto que de lo que teorizas al principio no se completa todo. Lo que sí tenía claro es que el ADN del club debe pasar por tener jóvenes que se desarrollen deportivamente y que puedan ser en un futuro fuentes de ingreso. Tras evaluar la temporada anterior con los técnicos intentamos tener el mayor número de jugadores con conocimiento del baloncesto europeo y nacional. Lo intentamos. Y en el primer planteamiento todos tenían pasado ACB, pero la realidad económica te lleva por otros caminos después.

-¿Quién ha entendido mejor la nueva situación económica mundial, jugadores o agentes?

-Creo que ni jugadores ni agentes lo han entendido aún. Soy profesional del baloncesto, ya sea como entrenador o en los despachos, desde la temporada 85-86, y creo que este año ha sido el más complicado para fichar. El año pasado ya fue muy difícil, pero éste ha sido especialmente duro.

-Ponga algún ejemplo.

-Hemos tenido casos de jugadores y agentes a los que le hemos hecho una oferta y ni siquiera recibimos contestación. Ni una contraoferta. Cuando después de dejar pasar unos días llamas de nuevo a ver qué pasa te venían a decir que les parecía increíble que el Cajasol les hiciese una propuesta en esas condiciones. En los tiempos que corren el tener una oferta no es para que le ofenda a nadie.

-Entonces será difícil utilizar la duodécima ficha.

-No es un tema deportivo, sino presupuestario. No nos incomoda tener 12 licencias, aunque preferimos 10 u 11, pero evidentemente nunca puedes pensar que todo está cerrado.

-¿Se guarda alguna partida económica por si hay que fichar iniciado el campeonato?.

-Los presupuestos se elaboran con una serie de partidas que recogen todos los aspectos que pueden tener incidencia durante una temporada. Los presupuestos de este año no son diferentes.

-Al menos este año se parte con dos bases puros. ¿Se aprendió del error del año pasado?

-No sé si fue un error o no. Fue una situación que después de estudiarla los técnicos asumieron. En cualquier caso, era un posible error calculado porque teníamos 10 jugadores y si no dábamos ese paso adelante podíamos incorporar otro hombre. No creo que tenga nada que ver la decisión que tomamos la temporada pasada con que este año contemos con dos directores de juego más especializados.

-Uno será Satoransky. ¿Cree que se queda a disgusto?

-Igual con el tema de la NBA lo que tiene es una burbuja mediática. Creo que hay un profundo desconocimiento de la NBA por parte mucha gente, especialmente de los jugadores jóvenes y de los agentes que no tienen mucha experiencia. El draft es un sorteo que preserva unos futuros derechos de las franquicias sobre los jugadores que eligen. Ni obliga ni condiciona a que te hagan una oferta. Montero, por ejemplo, fue una elección de Atlanta y jamás tuvo una oferta para ir a la NBA. Dueñas, lo mismo. Lo que hace NBA es regular una serie de derechos en base a que no permite traspasos. No sé qué pasa por la cabeza de Satoransky, pero si un equipo de la NBA quiere a un jugador, viene, lo compra y se lo lleva. Como ha pasado con Kuzmic (Unicaja), que se ha ido previo pago de los Warriors.

-¿No ha habido ningún club que haya hecho una oferta por él?

-Aquí no ha llamado nadie. Sabíamos cómo pensaba Washington, que no tenía la idea este año de contar con Tomas (Satoransky). Creo que su agente ha hablado con todos los clubes de la Euroliga, pero aquí no ha llamado nadie. El Cajasol no quiere cortarle las alas, no es nuestra intención, pero no podemos ser responsables de que nadie haga una oferta. Al contrario, tiene una propuesta para renovar que no ha aceptado porque tiene una hoja de ruta que se puede cumplir o no. Tú puedes querer ir a un sitio, pero es fundamental que en ese sitio te quieran.

-¿Qué hay de Holland y Asbury?

-A Holland pensamos renovarlo, pero no nos dio la opción porque nos dijo que su objetivo es la NBA. Sé que tuvo ofertas del Granarolo Bologna y del Reggio Emilia italianos, pero su idea es la NBA. Está invitado por San Antonio y Philadelphia para jugar en los training camp de veranos. Espero que tenga suerte. En cuanto a Asbury, fue una apuesta, y en la relación coste-rendimiento no se le puede reprochar nada. Tuvo dos salidas, en octubre y noviembre, pero entonces era un jugador importante. Después bajó su rendimiento, pero el motivo principal fue el crecimiento de Sastre.

-¿Cómo surgen los nombres de Mata y Bamforth?

-Mata es un jugador que ya el curso pasado y el anterior, con Joan Plaza, valoramos, aunque por diferentes circunstancias no fuimos a por él. Este año manejábamos otras combinaciones en esa posición pero a los entrenadores no les cuadraba lo suficiente o no llegábamos. Se iba cayendo uno y entrando otro hasta que apareció Mata. Los técnicos lo estudiaron, les gustó y pudimos cerrarlo. Con Bamforth buscábamos un tirador y decidimos hacer una apuesta con él. Es un especialista del triple y creo que saldrá bien.

-¿Se ha quedado con las ganas de fichar a alguien?

-Hemos tenido varios nombres que estuvieron muy cerca de firmar y que se escaparon por poco.

-No habla bien de la ACB que el cumplir con los pagos sea un reclamo para fichar.

-Debería ser un reclamo, pero no lo es. Contamos con un extraordinario patrocinador y una forma de trabajar que es modélica en ACB en todos los sentidos. Cumplimos en todas las situaciones contractuales, y eso debería ser un valor añadido para contratar, pero este verano nos hemos encontrado con jugadores que no valoraron eso. Ser riguroso, al menos de momento, no es un valor añadido porque aún se puede reclamar al fondo de garantía de la ACB para cobrar lo que te dejan a deber. Es algo perverso, porque todos los clubes colaboran en él y sólo unos pocos se benefician por no cumplir. Hay cosas que la Liga tiene que regular porque permite que equipos se aprovechen de eso y perjudica a los que cumplimos porque perdemos a jugadores por prometer sólo lo que podemos cumplir.

-¿La ACB está obsoleta?

-Hay cosas que cambiar, como en todo el deporte español. No creo que el fútbol sea ejemplar. El deporte profesional en España necesita una reflexión en cuanto el modelo de financiación que puede tener. Las empresas que apoyan el deporte deberían tener alguna ventaja económica o fiscal. No entiendo casos como el de Valladolid en baloncesto, una plaza histórica donde jugó Sabonis por primera vez en España y que puede desaparecer. Los altos dirigentes del deporte español necesitan hacer una reflexión para favorecer el patrocinio al deporte profesional.

-¿Y es posible que el Cajasol encuentro un copatrocinador?

-El presidente y su equipo están trabajando muy intensamente en ese asunto, porque es imprescindible que el club tenga cierta autonomía para funcionar.

-¿A menos dinero, más presión?

-El peligro es estar desenfocado. Si todo el mundo tiene clara cuál es la realidad y cuáles son los objetivos por los que el equipo debe luchar, la presión, aun siendo la misma, se ajusta a las metas que hay que alcanzar. Lo fundamental es saber quién eres y a qué puedes aspirar.

-¿Quizá cambiar el marco de contratación mitigaría las diferencias que hay en la Liga?

-Está vigente por dos años y eso no se puede cambiar. Cuando se debatió sobre ello nosotros proponíamos seis o siete jugadores seleccionables y de formación y cinco de la nacionalidad que quisieras. Defendíamos que para la nueva situación económica, cuanto más abierto estuviese el marco de contratación más barato sería fichar porque habría más elecciones para elegir. La Liga con más desarrollo en los últimos años, y que muchos creen que para 2018 será la mayor de Europa, es la alemana, que deja cinco extracomunitarios. A los grandes no les interesa esto porque igualaría deportivamente la competición. Ahora puedes sorprender una vez cada cinco año, no más. Los que diseñaron este sistema beneficiaron a los grandes y aumentaron las desigualdades económicas y deportivas.

-Y cuando se da la sorpresa, como CAI y Gran Canaria el año pasado, no se tiene premio

-Creo que la Euroliga debe dar valor a las posiciones que los equipos se han ganado. CAI y Gran Canaria son tercero y cuarto de la Liga y lo normal sería que tuviesen el premio de jugar Euroliga. Eso les daría un mayor número de abonados, mayores posibilidades de patrocinio... El sistema es tan perverso que hay cuatro que siempre están ahí y van generando más dinero cada año por esos privilegios, aun sin merecerlo deportivamente. Vienen nuevos tiempos y se necesitan nuevos planteamientos para la Liga y las competiciones europeas. Sigo la Euroliga y hay partidos con diferencias más amplias ante el Madrid y el Barça que cuando tú juegas contra ellos.

-¿Ganar la Eurocup de 2011 habría cambiado el presente?

-Es difícil saberlo, pero creo que sí. Como mínimo nos hubiera dado el derecho de jugar Euroliga. Ese premio era tremendo y creo que le hubiera dado un impulso.

-¿Hay futuro para el Cajasol?

-Sin duda. Hasta seis jugadores de la plantilla tienen contrato incluso para la siguiente temporada, pero el trabajo que se está haciendo hará que el club no sólo sea viable los dos próximos años, sino muchos más porque el modelo que estamos desarrollando y la apuesta por los jóvenes acabará generando ingresos.

-En ese modelo la renovación de Aíto fue importante, ¿no?

-Él quiere entrenar y disfruta haciéndolo. Pero hay que reconocer que el club lo ha hecho muy bien con sus jóvenes, hasta el punto que un entrenador que ha dirigido a Fernando Martín, Andrés Jiménez, Pau Gasol, Navarro, Rudy Fernández y Ricky Rubio, entre otros, le motiva este proyecto.

-¿Es más fácil para usted trabajar con Aíto que con Plaza?

-Para nada, con Joan hubo más ruido que dificultades reales. Lo que pasa es que las situaciones son diferentes. Con Plaza los objetivos eran otros y creo que tuvimos tres años muy buenos. La realidad actual es otra. Cada uno tiene una filosofía de juego diferente y no todos los jugadores que quiere uno se ajustan al otro.

-Hasta el punto que con Plaza pudieron venir San Emeterio y Pablo Aguilar, que ahora van a disputar el Eurobásket.

-San Emeterio estaba fichado. El acuerdo con el jugador era total y con el club, a las 15:15 de un lunes estaba al 97%. Nos levantamos de la mesa para comer y al volver hubo una llamada que lo cambió todo. El Madrid había fichado a Vidal y el Baskonia necesitaba un jugador seleccionable, así que de ser un descarte pasó a ser necesario y se convirtió en MVP y campeón de liga de esa temporada. No siempre hacemos las cosas mal. Pablo Aguilar estuvo casi fichado cuando no pudimos renovar a Savanovic. Nos asustó el tercer año, que era muy alto económicamente en un contrato de cuatro temporadas, y nos echamos atrás. Ahora es parecido a lo que le ha pasado al Zaragoza.

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