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El año de los ascensos

  • Burgos y Gipuzkoa presentan la documentación y avales para inscribirse en la ACB

  • Al Betis sólo le queda la opción de una liga de 18 equipos

Los jugadores del Gipuzkoa Básket celebran el título de LEB Oro que les dio el ascenso a la ACB.

Los jugadores del Gipuzkoa Básket celebran el título de LEB Oro que les dio el ascenso a la ACB. / m.g.

Los días van pasando y el Betis Energía Plus sigue deshojando la margarita. En el limbo. La ACB informó de que el Burgos presentó toda la documentación y abonó los escasos 400.000 euros requeridos (el primero de cuatro pagos anuales de 404.021 euros) para hacer efectivo su ingreso en la Liga Endesa, mientras que el Gipuzkoa logró un aval bancario para hacer frente a ese concepto de valor de participación y entregó los papeles necesarios para regresar a la máxima categoría, un año después de renunciar a ella por la deuda que arrastraba y que a día de hoy sigue siendo de 2,9 millones. Ahora sí, este año, después de cinco temporadas repescando a equipos, habrá ascensos y descensos, lo que es bueno para el baloncesto pese a la polémica suscitada por las condiciones (hay clubes incluso de LEB en desacuerdo con las mismas), y ha cogido al Betis en medio.

Ahora la ACB procederá a revisar si la documentación cumple todos los requerimientos. No deben tener problemas y en la próxima asamblea del día 20 se ratificarán sus admisiones. Y no habrá problemas porque el requerimiento de dos millones de presupuesto mínimo no será un obstáculo, ya que se permite en el detalle del mismo la inclusión, por ejemplo, de una partida procedente de un patrocinador aunque actualmente no se cuente con él, pues se contempla la posibilidad de que se logre (o no) durante la temporada en curso. Con eso, las millonarias ayudas públicas más el dinero que reparte la ACB de televisión y patrocinadores, ambos conjuntos disputarán la Liga Endesa el próximo curso.

¿Y el Betis? El club verdiblanco sigue esperando. De momento ha hecho efectiva su inscripción en la LEB Oro, cuyo plazo acaba el lunes a las 13:00, con el aval de 150.000 euros, el ingreso de 18.000 euros en metálico y un pagaré con vencimiento en septiembre por la misma cantidad necesarios para participar en la competición. Es un paso obligatorio, aunque todavía defenderá la posibilidad de jugar en la ACB. En la asamblea del próximo jueves se discutirá el modelo de competición, ya que en la anterior no hubo acuerdo por dos motivos principalmente: la negativa de los conjuntos de Euroliga a pagar 500.000 euros anuales a la Federación Española (FEB) para que ésta renuncie a un ascenso a partir de 2019; y el desacuerdo del resto de equipos a aprobar el modelo de ascensos y descensos y la reducción a 16 clubes en 2019.

Las opciones de la entidad hispalense a estas alturas de verano son dos: o juega en una ACB con 18 participantes o se va a la LEB Oro pero presentando una demanda, porque entiende que los requisitos de inscripción no son los actuales sino los que la asamblea, es decir, los clubes aprobaron el 21 de junio. Estos eran 1.939.301 euros y un presupuesto mínimo de 2,3 millones "ante la posibilidad de que no se alcance un acuerdo que establezca requisitos económico-financieros de forma consensuada antes del 5 de julio de 2017", según el comunicado de la propia ACB de ese día.

Aun presentando esa demanda, sería improbable que un juez ordenase la paralización de la liga, por lo que el Betis, si se mantiene una competición de 17 equipos (uno descansando cada jornada), jugaría en la LEB Oro exigiendo el cobro del Fondo de Garantías de Ascensos y Descensos (el FRAD, como hizo el Gipuzkoa el año pasado cobrando alrededor de 1,8 millones gracias a los cuales redujo parte de su deuda hasta los 2,9 millones actuales) que deberían sufragar todos los clubes de la ACB y no el que asciende, como era hasta ahora. Esto supondría el pago de más de 200.000 euros por entidad para abonar dicha cantidad al cuadro sevillano y al Manresa.

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