Llegó la transferencia, el abono de la cláusula de salida que liberase a KC Rivers y el esperado anuncio de su marcha al Zalgiris se hizo oficial. En realidad era un puro trámite, papeleo porque el jugador dejó Sevilla el mismo jueves cuando se despidió de los que fueron sus compañeros y Curro Segura ya no contaba con él para el importante duelo de mañana (13:00) en la Laguna frente al Iberostar Tenerife.

"Afrontamos el próximo encuentro con la mejor predisposición y con un exterior menos. Ahora todos los jugadores deben dar un paso adelante, pues tendrán más minutos. Hizo lo que pudo por ayudar, aunque su paso por el equipo haya sido irregular. No hay nada que reprocharle. Nos habría gustado ganar más partidos con él. Estuvo bien en la línea de tres puntos, aunque con malos porcentajes de lanzamiento de dos y fue poco al tiro libre. Su marcha era algo que podía pasar en cualquier momento y todo se desencadenó en horas", explicó Curro Segura sobre la salida de Rivers, aunque pasó de puntillas sobre su posible relevo: "Ahora prefiero centrarme en los 12 jugadores que tengo. No puedo valorar lo que ofrece el mercado a pocas horas de un partido", manifestó el entrenador verdiblanco.

Sin embargo, lo cierto es que el Betis ya escudriña las diferentes posibilidades que van desde esperar a ver cómo respira el grupo tal cual (la menos probable), a fichar un jugador o incluso dos, liberada la masa salarial más importante de la plantilla más el pequeño extra de la cláusula.

"Vamos a Tenerife con un exterior menos, así que otros deberán dar un paso adelante"

Por las palabras del técnico y su idea de rotaciones, está claro que quiere reponer la baja de Rivers con otro exterior, si bien la polivalencia de Borg y Obi pueden paliar por momentos la carencia en el puesto de alero en cuanto a efectivos. Determinante será también cómo respira Conger ante su nuevo rol y deja de jugar para sí mismo para mirar más por el colectivo.

Con todo, la dirección deportiva es consciente de las evidentes carencias en el juego interior y se busca un pívot, siempre que exista la seguridad de que mejore lo que hay, apuntan desde la entidad. Quizá habría que añadir también en este sentido un cinco diferente, ya que Niang e Izundu son jugadores demasiado parecidos que aportan físico y juego por encima del aro, pero con limitaciones evidentes para jugar de espalda, generarse sus propias canastas y sumar desde el tiro libre. Eso sí, hacer dos incorporaciones implicaría un reajuste con algún corte más en la plantilla.

Sipahi encara a Obi en la sesión de trabajo en la pista del sótano de San Pablo.