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La cláusula de Fazio y la experiencia de Kondogbia

  • El club, ante el temor de una oferta a última hora, preferiría que se definiera antes el futuro del central.

Es ley del fútbol que cuando un futbolista está más asentado y es más protagonista en un equipo es cuando más mercado tiene. Federico Fazio firmó en la temporada 13-14 el mejor ejercicio desde que llegara a Nervión siendo un chaval en enero de 2007. El futbolista fue un pilar indiscutible de la gran campaña rubricada por el Sevilla, que fundamentó en la seriedad defensiva gran parte de sus éxitos. Y esta realidad, combinada con la baja cláusula que firmó el verano pasado en su renovación hasta 2018, ha creado un cóctel de trago largo que puede tener que digerir el club más tarde o más temprano.

 

De momento no hay movimientos ciertos que hagan pensar en una salida del que está llamado a ser el sustituto de Rakitic como primer capitán, por su liderazgo en la defensa y por ser el futbolista más veterano de la plantilla. De hecho, el curso pasado ya era el segundo capitán, por delante de Reyes y Fernando Navarro. Pero su baja cláusula, firmada en unas condiciones muy distintas a las actuales por el protagonismo que tuvo Fazio el curso anterior, se presenta como una espada de Damocles que puede caer sobre la planificación del Sevilla de aquí al 31 de agosto.

 

Para evitar esta situación, el Sevilla inició conversaciones con el futbolista, según reconoció el propio Monchi, para intentar realizarle una mejora de contrato con una sustancial subida de su cláusula de rescisión, pero es difícil contentar a un futbolista que firmó al alza hace apenas un año.

 

En este sentido, hay bastante incertidumbre en el cuerpo técnico y la dirección deportiva sobre la posibilidad de que algún club importante, ya sea español, inglés o italiano, deposite la cláusula de rescisión sobre el fin del plazo de fichajes. Existe el temor, en definitiva, de que ocurra con Fazio como pasó con Kondogbia el curso pasado, cuando el francés depositó la cláusula de rescisión de su contrato en la LFP poco antes de que expirara el plazo estival y el club se vio obligado a negociar con prisa por Iborra, teniendo que pagar asimismo su cláusula al Levante, seis millones de euros.

 

Por ello, y pese a que Fazio cuenta para Emery como una pieza fundamental, el club preferiría que, si llega una oferta, sea lo antes posible para poder tener margen de maniobra. En principio, la defensa iba a ser reforzada, como el resto de las líneas, pero el buen rendimiento de Fazio, Pareja, Botía y la más que probable reubicación de Carriço como central por los refuerzos previstos en la medular hicieron cambiar de idea a Monchi y Emery. 

 

Pero la posible salida del argentino, que también es muy consciente de esta situación e incluso evita hablar de liderazgo y capitanía por ello mismo, obligaría a firmar a un central como mínimo.

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