Informe táctico

Al contraataque en casa, victoria

  • El Betis aguarda con inteligencia el suicidio del Villarreal B, que en su afán por acaparar el balón le da espacios al mejor Emana · Las pérdidas béticas en campo propio, a punto de comprometer el triunfo.

Si en algo es válida la analogía lanzada desde el submundo verdiblanco de que el Betis es el Real Madrid de Segunda, es en el error que supone dejarlo desenvolverse al contraataque que en Heliópolis. A los equipos con pegada arriba y que cuentan con futbolistas potentes y con llegada está prohibido dejarles espacios. Tratar de apropiarse del balón ante el Betis es loable en las pizarras y el éxito se antoja incluso posible si nos atenemos a episodios pretéritos frente al Celta e incluso la segunda parte ante el Real Unión.

Pero en esos partidos, amén de que la actitud en verdiblanco fue deficiente, no hubo un hombre capaz de canalizar los contraataques. Ayer, al igual que ante Las Palmas, de verdiblanco se alineaba Emana. Y el camerunés, con su potencia y su capacidad para asomarse al área contraria, es letal a campo abierto. El Villarreal B, encima, se adobó con el defecto de no finalizar las jugadas o no replegarse aprisa, de ahí que hubo contras que nacieron en las manos de Goitia. El filial amarillo cuenta con futbolistas talentosos, más que los equipos citados líneas atrás, pero su fútbol es aún más mentiroso e inapropiado para la categoría y, además, carece de esa presión competitiva que se precisa cuando pintan bastos, aunque en manos de un filial siempre sea un arma de doble filo por la tranquilidad que le otorga si no se siente hostigado.

Defensa 

Pérdidas de balón de Damià, Fernando Vega y Nacho en la primera media hora pusieron en jaque al Betis por cercanas y porque impedían al equipo maniobrar con el balón. Pero el malagueño se entonó, Iriney se creció y el Villarreal aflojó hasta dejar de agobiar a los verdiblancos. Tapia, con los cambios, mejoró al equipo y acabó por ganar el centro del campo y la pareja de centrales se mostró nuevamente muy segura, autoritaria además si nos ceñimos al juego aéreo, escaso por lo demás.

ataque 

El éxito del Betis radicó en su lectura del partido. No se vio exigido y jamás mostró ansiedad por tener el balón. Se sintió a gusto sin él, pese a que no le fue fácil recuperarlo. Pero buscó y encontró una abanico de líneas de pase: Arzu, Juanma... Los contraataques, que siempre encontraron a Emana en su vértice superior fueron diáfanos. Hasta una docena enjaretaron los verdiblancos para abrochar una victoria cómoda y contundente.

virtudes

El empaque que vuelve a mostrar el equipo, menos atenazado y capaz de alcanzar un resultado que debe despojarlo más aún de esa tensión que lo anulaba. No es fácil jugar con tranquilidad sin balón.

talón de aquiles

Las pérdidas del balón cercanas al área propia.  

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios