Cuando el deporte regala deporte

CrossFit | Andalusí Challenger

La Andalusí Challenger es una de las competiciones de Crossfit más antiguas del país y está impulsada por Raúl Núñez

Como todas las anteriores, esta sexta edición también será benéfica

Uno de los participantes de la edición de 2018, durante la ejecución del conocido como ‘wall ball shots’.
Uno de los participantes de la edición de 2018, durante la ejecución del conocido como ‘wall ball shots’. / M.G.
Víctor Navarro

26 de enero 2020 - 07:04

Deporte para regalar deporte. Esta ecuación, que en un primer instante puede resultar extraña, cobra mucho más sentido cuando quien está tras ella es Raúl Núñez, uno de los precursores de la Andalusí Challenger, una de las pruebas de entrenamiento funcional más antiguas de España y que durante el próximo mes de mayo celebrará su sexta edición presencial en el Centro de Alto Rendimiento. Siempre, eso sí, sin olvidar ese carácter benéfico que la ha acompañado desde el primer día.

El deporte entendido como un vehículo transmisor de valores. Y con ello, las ganas de hacer un mundo mejor. "¿Cuántas carreras se organizan por eso? ¿Cuántos partidos? El deporte es amplio y cuando creas una comunidad así, siempre encuentras a mucha gente a la que poder ayudar. En nuestro caso, el CrossFit tiene mucho de comunidad, como si fuera una gran familia. Eso incita a contribuir", explica Núñez.

Es en este contexto en el que en 2013 se gestó la primera edición de la Andalusí Challenger. "Por aquel entonces no había ninguna competición. Mi madre sufría cáncer y contacté con Fit For Care, una asociación de cuidados paliativos. Alguno de los responsables practicaban CrossFit y fue ella la que me animó a que lo que sacara con la competición, se lo donara a ellos. Así fueron los primeros años, en los que ella me alentó a continuar. Entonces decidimos no dejar de hacerlo nunca benéfico, pero variar el tipo de asociaciones al que ayudábamos", explicó. Así, proyectos como Una Esperanza para Anais, en el que ayudaron a una niña con parálisis cerebral, o Danza Mobile, que promueve la integración con personas con síndrome de down, contaron con el empujón de la Andalusí Challenger en ediciones posteriores.

¿Cómo se eligen los proyectos a los que se apoyarán? "Es tan altruista lo que hacemos que buscamos gente de alrededor que lo necesite. Es decir, no elegimos una asociación grande, y sí cosas pequeñas, proyectos que nos parecen bonitos. Hay asociaciones pequeñas que necesitan más ayuda", explica. Y este año, lo recaudado irá para El Poder del Chándal. ¿Por qué? "Es un proyecto que se encarga de donar gimnasios pequeños a hospitales que cuentan con unidad de pediatría. Al estar relacionados con el deporte, nos parecía una maravilla. Haces deporte y donas deporte", argumenta Raúl. Fomentar la práctica deportiva entre los niños, que se entretengan y, sobre todo, ayudar en la recuperación de los pequeños son algunos de los objetivos que buscan.

Un veterano y benéfico evento que cuenta con una cuadrilla de habituales repetidores. "Hay gente que viene desde la primera edición", señala Raúl. "Para mí el ayudar es algo muy importante, y lo hacemos durante todo el año. Que sea una actividad benéfica ayuda a que la gente que lleva haciendo CrossFit desde hace mucho tiempo se vuelque", apunta. Porque el deporte, compartido y con un fin benéfico, es cuando puede presumir de todos esos valores que se adjuntan. Y, en este caso, ayudará a regalar más deporte.

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