Diciembre. El Sevilla, el Sevilla de la Champions, sigue sin ganar lejos de Nervión en la Liga, ese torneo que Emery señaló como el que marca el destino. Empate, y gracias, en La Coruña después de hacer un partido más que aceptable pero en el que, una vez más, mostró una falta de remate preocupante. Y sin gol no hay objetivo. No hay nada.

Después de varios meses discutiendo el sevillista sobre el portero, sobre los centrales, sobre qué es N'Zonzi o sobre si Konoplyanka debía jugar antes, es incontestable, palmario, evidente, que el problema de este Sevilla se llama Carlos y se apellida Bacca.

El Sevilla, con buena lógica, vendió al goleador colombiano por una millonada, pero ya es diciembre y los sustitutos del punta no han hecho olvidarlo. Todo lo contrario. El titular de hoy es el suplente de ayer, un delantero con una clase brutal pero que no es un finalizador. Los suplentes no sólo no han hecho olvidar a Bacca sino que, haciendo cuentas de lo que están costando, hacen aún más dura la ausencia.

Y eso que el Sevilla, sin duda, no merecía un resultado adverso en Riazor. Llegó bastante y llegó menor que el Deportivo, pero el fútbol va de marcar o no recibir y el Sevilla recibió en un gol de falta de Lucas Pérez, el chico del barrio, en el que Sergio Rico se la tragó por mor de un bote extraño a metro escaso de sus manos.

El caso es que el Sevilla, jugando peor que otros días pero dentro de un nivel suficiente, no era capaz de inquietar siquiera a Lux, que recibió el primer disparo a puerta en el minuto 65... La ausencia de Banega era notable, Krohn-Dehli no termina de funcionar como sustituto del argentino y el Sevilla, ciertamente, llega con pocos argumentos y cierta improvisación.

Por suerte el linier vio claro que Iborra estaba en posición correcta cuando Llorente (ambos entraron junto a Reyes en la segunda parte) le dejó solito con el pecho para rescatar un punto. No es suficiente pero algo es. Con la trayectoria sevillista este curso fuera de casa es un buen punto. 

Ahora el camino es casero. Juventus el martes, Sporting el sábado, Logroñés luego y la siguiente salida... villamarín. ¿Seguirá sin ganar fuera?