Unai Emery está ajeno a todo lo que se habla alrededor del equipo. El entrenador sevillista, lógicamente, quiere recuperar la imagen de ese equipo dominador que ha ganado sus partidos con autoridad en casa, pero, sobre todo, quiere los puntos en juego. El horario es un aliciente y espera que haya un buen ambiente en Nervión y que la afición apoye como siempre a los suyos.

"Va a ser un bonito día en el Sánchez-Pizjuán. Nosotros para trabajar y preparar los 90 minutos a un nivel alto y la afición para que lo pueda disfrutar con su equipo. Ésa es la obligación y la máxima ocupación que tenemos, ponerlo de manifiesto con todos los sevillistas y hacer fuerza común para el equipo, con las dificultades que nos pueda poner el Deportivo", dijo el entrenador sevillista en la rueda de prensa que ofreció por la mañana, antes de la última sesión.

El de Fuenterrabía es consciente de que el calendario es duro y que jugar en la Liga y en la Europa League provoca altibajos, tanto físicos como anímicos: "Las dos competiciones nos exigen a nivel físico y de recuperación. El trabajo tiene que ser muy concentrado en preparar cada partido, pero eso es bueno y la plantilla está preparada en su amplitud para cualquier contingencia en forma de lesión o cansancio. El jueves el partido nos exigió con un jugador menos, y las horas siguientes, que son pocas, son para recuperar al máximo a los que han jugado y para que los que no lo hicieron, den esa continuidad en el rendimiento".

Emery, aunque trata de aislar al grupo de los debates que se generan en la grada, sabe que pueden afectar dentro del vestuario y las dudas tras los partidos ante el Atlético y el Rijeka deben ser despejadas. El grupo trata de ser impermeable tanto a la euforia exterior en caso de victorias, como de las críticas en las derrotas. "Los elogios nos equivocan muchas veces y las críticas nos pueden hacer dudar demasiado. Seguimos una línea muy recta y sólo pensamos en los tres puntos y en la dificultad del Deportivo. Nuestros objetivos son sumar 16 puntos y añadir adeptos hacia el Sevilla, jugando a un nivel de intensidad alto y que la gente esté orgullosa, jugando a ganar. Si se ha podido generar alguna duda, nuestra obligación es darle la vuelta a eso. Aceptamos a los que estén más convencidos de lo que hacemos y también a los que puedan pensar lo contrario en un momento dado", continuó.

El técnico planteó varios paralelismos con respecto a la temporada pasada. "El año pasado jugamos en Europa con humildad, sin ser los favoritos, y la ilusión la fuimos acrecentando en cada partido. Este año planteamos lo mismo y vamos cumpliendo los pasos. La Liga el año pasado tuvo un arranque contrario a éste y se generaban dudas, pero con ellas redoblábamos por cien el trabajo", explicó ahondando en las palabras que pronunció en el Calderón, cuando dijo que el Atlético es muy superior. "Las realidades están marcadas y ante el Dépor somos favoritos, pero eso no resta dificultad. Hay diferencias entre los equipos, que en algunos casos son bastante mayores que las que hay entre el resto. Eso es normal y natural, y lo diga yo o no, todos lo sabemos".

Por último, pidió paciencia con Kolodziejczak y calma con un jugador muy demandado en las alineaciones, Deulofeu. "Hay jugadores que levantan más expectación por las circunstancias que sean, pero para mí son todos iguales. Nos ajustamos a las necesidades de cada partido y mañana es un encuentro determinado, en el que habrá jugadores con más opciones que otros porque necesitamos desplegar mucho juego. Para mí Deulofeu es equis y tenemos 25 equis en la plantilla".