Sueños esféricos
Juan Antonio Solís
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La mente de un niño es un galimatías indescifrable. Es a edades tempranas cuando van surgiendo inquietudes que los padres suelen canalizar para que el desarrollo mental y físico de los más pequeños sea pleno. Lo habitual es que dichas aspiraciones coincidan con lo que hace la mayoría, pero la solución al galimatías antes planteado a veces se encuentra donde menos se espera. Un claro ejemplo es el de Alejandro Cárdenas, campeón de España en la modalidad de florete e internacional absoluto con la selección nacional.
Nacido el 16 de noviembre de 1994, ya desde pequeño mostró una especial atención por las armas, especialmente las espadas. Lógicamente un niño de 7 años lo más normal es que no sepa de la existencia de la esgrima, pero en este caso Alejandro contaba con la inestimable ayuda de un padre muy aficionado al deporte. "Desde muy pequeño siempre me gustaron muchos las armas, espadas y demás, no conocía este deporte pero mi padre es muy aficionado a ver los Juegos Olímpicos, sabía de la esgrima y cuando tenía 7 años me dijo si me quería apuntar a algo de esto, y lógicamente dije que sí de inmediato".
Como en todo, los comienzos no son sencillos. La esgrima es un deporte complejo, en el que los movimientos y la técnica tienen un valor incalculable a la hora del éxito, por lo que un pequeño cuyo mayor anhelo era poder usar una espada tuvo que adaptarse al sistema de entrenamiento del club José Manuel Egea, su club de toda la vida. "Al principio en las primeras clases te enseñan a moverte y cosas técnicas como ir hacia delante y atrás, pero eso en un niño tan pequeño es algo más aburrido porque tu estás deseando coger armas, sobre todo cuando ves a los mayores entrenando allí al lado. Al principio costó porque quería tirar, pero cuando me llegó el momento fue emocionante porque era lo que estaba esperando tanto tiempo".
Claro que si los cimientos son la clave de una casa, la técnica adquirida en los primeros entrenamientos asegura casi siempre el éxito en un futuro y en el caso de Alejandro Cárdenas así fue a tenor de los éxitos cosechados a posteriori. "Cuando empiezas a coger la espada es un subidón, pero luego hay que practicar mucho y requiere mucha paciencia. El florete es un arma muy técnica, siempre aprendes cosas nuevas, nunca puedes decir que sabes absolutamente todo".
Sin embargo, no se puede decir que a los 17 años Alejandro Cárdenas no haya aprovechado al máximo todo lo asimilado durante su aprendizaje a tenor del currículum que acumula hasta el momento. Al no haber Campeonatos de España a edades tempranas comenzó con los llamados criterium, en los que se proclamó campeón nacional en 2006. Y desde ahí no hizo otra cosa que seguir logrando triunfos: "Conforme fui avanzando fui bronce en el Campeonato de España infantil, en cadetes acabé tercero también y cuando era cadete de segundo año me convocaron con la selección absoluta. Fuimos a Austria, el nivel era enorme y el cambio muy grande pero la experiencia fue buenísima. También he competido en dos Copas del Mundo en Madrid, y el año pasado fui con la andaluza al Campeonato de España por comunidades, en el que quedamos subcampeones". Un palmarés a la altura de la pasión de Alejandro Cárdenas por la esgrima.
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