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Una "final" de doble filo

  • Juan Merino advierte del peligro del Valencia, un rival "herido y muy fuerte" Sobre su ratificación el linense cree que todos los técnicos dependen "de los resultados"

En su primera comparecencia pública como técnico del Betis ya ratificado, Juan Merino no obvió una de las pocas realidades del orbe futbolístico: la provisionalidad de los entrenadores. Los resultados son los únicos que dictan sentencia. Y ahí se presenta mañana esa particular final contra el Valencia de la que pende su credibilidad y la de su rival de banquillo, Gary Neville. También disertó el linense sobre la plantilla, "compensada", dijo, y de la necesidad de fortificar el Benito Villamarín de modo que se imponga la "tranquilidad".

Sobre su recién estrenada ratificación, Merino se mostró realista: "El crédito de los entrenadores son los resultados. Tengo el crédito de lo sucedido el año pasado, pero pierdes dos partidos y esa crédito no vale para nada. Todos queremos permanecer en nuestro puesto, pero los resultados te quitan y te ponen. Hay que hacer todo lo posible para ganar".

Y en ésas está. Lo que sí le produce tranquilidad al entrenador verdiblanco: la plantilla está trabajando óptimamente de cara a un duelo de la importancia de mañana. El Betis y el Valencia son los equipos con peor trayectoria liguera -nueve jornadas suma el equipo bético sin ganar y once los valencianistas- y la necesidad de los tres puntos es poco más que urgente. "Es una final. Mientras antes logremos la salvación, mayor tranquilidad para todos. Mientras más lejos estemos del descenso, mejor. No hay que dejar los deberes para final de temporada. Hay que marcar diferencias con los equipos de abajo", señaló.

Sobre la circunstancia del equipo che incidió Merino: "Están irregulares, pero son un gran equipo. Espero al mejor Valencia. Es un rival herido y muy fuerte. Seguro que apelarán a su orgullo para ponernos las cosas muy difíciles", dijo antes de comentar el espíritu con el que tiene que afrontar su equipo el choque. Para Merino, resultan tan importantes los medios como los fines. Puede empatarse como contra el Madrid, incluso caer, como en otras ocasiones, pero no debe agotarse la paciencia de los tuyos: "Tenemos que saber en qué situación nos encontramos. La gente salió contenta tras el partido ante el Madrid y eso es lo que pide. Hay que empezar bien en casa, es bueno para todos. Tenemos que salir por encima de nuestras posibilidades para que la afición sepa que vamos a darlo todo por el club".

Con la plantilla cerrada tras la llegada de Damiao, al menos en el capítulo de las llegadas de futbolistas, a Merino no le queda otra que apretarse en una labor, la de entrenar al primer equipo, que quizá no habría pensado -ni deseado- al principio de la temporada. Sobre el colectivo y el cumplimiento del objetivo de la permanencia fue optimista el preparador de La Línea de la Concepción: "Tenemos el mejor equipo posible. Es una plantilla compensada. Son ellos los que nos va a sacar de esta situación. Hay material para mantener la categoría cómodamente".

Cupo, cómo no, una reflexión sobre el último partido. Ante la Real Sociedad el equipo completó una primera mitad de infausto recuerdo, para olvidar, vaya. "Después del primer tiempo en San Sebastián me sentí mal. Sabemos que lo podemos hacer mejor. Tenemos siete días para preparar cada partido y hay que encararlos de la mejor manera posible. Si hay resultados (positivos), todo el mundo está tranquilo. Dando resultados, se produzcan los cambios que se produzcan, habrá tranquilidad", declaró Merino, quien lanzó al aire el aserto de la sencillez, el manual del entrenador alejado de la mercadotecnia y los oropeles más o menos academicistas. "Hay que hacer las cosas que hacemos bien y, las que no hacemos bien, no hacerlas más".

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