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Tanto fútbol como poco ritmo hacia atrás

  • La pareja Carriço-Banega naufragó en las transiciones

Cuando hablamos de velocidad como una de las capacidades condicionales de la preparación física quizá pequemos en generalizar. Hay varios tipos de velocidad, de traslación, de reacción (simple o discrimitativa), gestual... y el entrenador deberá saber las cualidades de sus futbolistas para distribuirlos en el terreno de juego según las necesidades de cada momento en el partido y lo que busca de ellos. El Sevilla jugó en muchas facetas un gran partido en Anoeta, pero nefasto en otros. Y la combinación de las cualidades de sus futbolistas, si le permitieron remontar un partido que parecía perdido, también contribuyeron a que se fuera por el sumidero.

El Sevilla mejoró notablemente en la creación de juego y en llegada cuando Banega ocupó el sitio de Iborra junto a Carriço, pero con esa decisión Emery (evidentemente con la idea lógica de pensar en el jueves) hizo coincidir a dos jugadores con muy poca velocidad de traslación en el centro del campo, lo que impidió que el Sevilla, si ya cometió el error de perder el control con el 2-3, no tuvo el suficiente porcentaje de fibras rápidas para contrarrestar las transiciones ataque-defensa con las que la Real Sociedad se volvió a crecer en el partido.

 

Defensa

Independientemente del mal partido de Arribas, víctima de muchas cosas como de su propia impericia, el Sevilla hizo muchas cosas mal en defensa, empezando por un Tremoulinas al que se le notó falto de ritmo. Pero lo recriminable para un equipo que se sobrepuso a los errores iniciales y al arbitraje de Teixeira fue la falta de chispa, de ritmo... para correr hacia atrás en las contras. Contras que provocaron faltas (como la que dio origen al córner que precedió al 3-3) y que ni siquiera debieron producirse con el marcador a favor a falta de 15 minutos.

Ataque

La posición de Banega y su fútbol guiaron a un Sevilla que marcó de estrategia tras abusar de ella como fruto de una buena dinámica de ataque. Deulofeu lanzó muchos córners muy cerrados probablemente como consigna ante una debilidad rival y, cuando el argentino se retrasó el fútbol fluyó.

Virtudes

Fe, reacción y gran fútbol en fases.

Talón de Aquiles

Pésimo control de partido con 2-3.

Uno por uno

Sergio Rico En el haber, un uno contra uno con Canales. En el debe, muchas cosas. Y dos de ellas acabaron en los dos últimos goles del rival: dos córners cedidos a tiros lejanos que lo pillaron despistado. 

 

Figueiras No se proyectó lo esperado, pero sí mereció premio en el penalti de Rulli.

 

Arribas Un mediodía para olvidar. Perdió la marca él solito en el 1-0 y se metió un gol en su meta. Acciones que ponen en duda su coordinación.

 

Kolodziejczak A su aseado partido sumó su primer gol. Su salida al primer toque permite ganar muchos segundos.

 

Tremoulinas Dejó a Carriço vendido en el centro del 1-0 y, en general, notó la inactividad.

 

Carriço Demasiado hace, pero hay veces que el ritmo del partido lo supera. Rozó un golazo para enmarcarlo.

 

Iborra Con él se fue lo más parecido a Krychowiak, un hombre para cubrir campo hacia delante y hacia atrás.

 

Deulofeu Mal en la toma de decisiones. En la estrategia se empeñó en lanzar córners cerrados y Kolodziejczak se encargó de demostrar que podía ser una consigna previa.

 

Banega No es rápido, pues si lo fuera no estaría en el Sevilla, pero fútbol tiene tela. 

 

Aleix Vidal Intercambió suelos con Deulofeu y luchó aquí y allá. 

 

Bacca Marcó y eso basta.

 

Vitolo Empujó con acierto.

 

Gameiro Necesita minutos.


Denis Suárez Tuvo la puntilla.

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