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La garantía del equilibrio

  • El equipo de Esteban Vigo persigue su objetivo de mantener la categoría con el rigor táctico y el sacrificio como bazas · La calidad de sus atacantes, su gran aliado.

Es la versión dos del Hércules de Esteban Vigo. Es el proyecto confirmado de un ascenso dificultoso que ahora muestra un potencial renovado para luchar por el sueño de sobrevivir en la máxima categoría. Las bazas son sólidas, lo suficiente para pensar que el Hércules debe lograr su objetivo manteniendo el buen nivel mostrado en casa hasta el momento y mejorando algunas facetas que castigan al cuadro alicantino al sufrimiento.

Hay otro dato que refleja la calidad del grupo. Es quizás una anécdota dentro de su búsqueda de puntos, pero es el único conjunto que ha sido capaz de ganar al Barcelona en lo que va de campeonato. Y lo hizo en el Camp Nou, demostrando que con concentración, presión y acierto es capaz de asustar al más fuerte y sumar también cuando todo apunta a lo imposible.

El problema de actitud de Drenthe -hoy ausente- y la irregularidad fuera de su feudo son sus principales problemas, aunque la calidad de sus atacantes se antoja suficiente para cerrar con éxito el presente curso.

sin balón

El sistema de presión continua diseñado por Esteban Vigo es un seguro de vida. Lo es en la medida en que supone grandes contratiempos para sus rivales, que deben construir y fabricar espacios de forma más rápida.

La zona defensiva del equipo alicantino se apuntala con el gran trabajo de las zonas ofensivas. Abel Aguilar y Fritzler son una garantía en la recuperación de balón y en la realización de faltas tácticas, hecho que agradecen defensores como Pamarot o Rodríguez, en ocasiones lentos cuando la misión se convierte en salir en anticipación. Cortés ha encontrado un buen nivel de juego como lateral y es de gran ayuda a los medios centro al sumarse con facilidad a posiciones de ataque.

con balón

El Hércules tiene muchas bazas de diferentes estilos para construir fútbol ofensivo. Su centro del campo suele tener dos medios que no pierden la posición y que no destacan especialmente por su facilidad para la construcción, pero dejan en manos del resto de futbolistas ofensivos la tarea de inventar. Ahí entran en juego algunos especialistas de banda, como el joven Kiko o el veterano Rufete, incluso la aparición de Drenthe cuando el holandés no se encuentran en pleno enfrentamiento contra el técnico. La otra variante se basa en jugadores como Thomert y Tiago Gomes. Más móviles, menos verticales, más indicados para un fútbol de control y toque en la zona media que para buscar el contragolpe con rapidez hacia la meta rival.

Valdez es un elemento diferente. El paraguayo, cuando juega, facilita todas las tareas de ataque al resto de compañeros. Lo hace gracias a su virtud de moverse por toda la zona ofensiva y buscar paredes y acciones verticales que siempre tienen una intención inmediata. Tote también responde al perfil de inventor y Esteban Vigo confía en él cuando debe crear espacios entre los defensores rivales. Y ahí aparece la figura de Trezeguet, el elemento definitivo para que los puntos se conviertan en reales gracias a su intuición para el remate.

lo mejor

Su fútbol de presión y combinación alcanza un grado elevado cuando sus elementos no acusan el cansancio físico.

lo peor

El Hércules sufre cuando pierde el control del balón en sus partidos como visitante.

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