Un gol reflejo de un buen equipo

Odonkor, con su primer tanto como bético, retrata la idea de juego de un Betis muy bien trabajado tácticamente · Chaparro frena la sangría de Crusat sobre Damià introduciendo a Ilic en el lateral

Un gol reflejo de un buen equipo
Un gol reflejo de un buen equipo
Javier Mérida

05 de mayo 2008 - 05:02

El gol anotado por Odonkor define la filosofía de juego que Paco Chaparro ha inculcado en este Betis tan fiable y con trazas de equipo bueno y bien armado, máxime cuando compite lejos de Heliópolis. El tanto firmado por el alemán, el primero que logra como futbolista verdiblanco, es el fiel reflejo del fútbol de contraataque que el equipo del trianero consigue cuando su trío de centrocampistas se afana por cerrar espacios al rival, robar el balón y hallar ese pase a las bandas en busca de la velocidad.

Para bien o para mal, las bandas lo son casi todo en el Betis. En casa, si no está Edu, se muestran incapaces de absorber todo el juego que les llega. Que nadie espere regates ni buenos centros para eliminar rivales. A domicilio, la rapidez que imponen Odonkor, Mark González e incluso Xisco, siempre de manera esporádica, debe resultar suficiente para hallar refrendo en el marcador. Ante el Almería, fue Juande quien mejor entendió las galopadas del alemán, aunque en la jugada decisiva fuese Xisco quien habilitase al pequeño extremo. Pavone, igualmente, recitó su papel de delantero menor pero honrado y, en esa acción y durante todo el partido, acompañó el fútbol de ataque y supuso una distracción para los centrales del Almería.

Defensa

Dos acciones, una de ellas continuada que abortó de raíz el entrenador del Betis, metieron en problemas al equipo. La primera de ellas se produjo a poco de iniciada la segunda mitad. La cabeza de Nano no encontró el balón en lo que debiera haber sido un despeje cómodo y Pulido fusiló a bocajarro a Casto.

Quizá motivada por ésta se dio la segunda esaborición. El equipo perdió el control del partido y el Almería halló oro en Crusat, quien le cogió las espaldas a Damià de forma repetitiva. Empero, a Chaparro no le dolieron prendas en sentar al autor del gol y cosió su banda derecha con Ilic por detrás del desaplicado lateral catalán, que pasó al extremo. Ahí decayó el ritmo del equipo de Emery, ya para siempre. Y Pavone y los centrocampistas, pese al sol mediterráneo, en su calidad de gastadores, evitaron que los atacantes rivales se pusiesen en franquía ante la zaga verdiblanca.

Ataque

La primera parte resultó de ideario. Sin volverle nunca la cara al partido, a los quince minutos el Betis se dejó querer hasta encontrar la contra ganadora tras varios escarceos de Xisco y Odonkor, quien hizo su banda más activa.

En la reanudación, el calor y el compás del juego, más monocorde, facilitó que el Betis fuese capaz de encontrar su momento. Fueron apenas cinco minutos, en los que Arzu levantó la cabeza, pidió el balón y el equipo merodeó el área rival. Pavone y el propio centrocampista nazareno dispusieron de las ocasiones en ese período o racha fugaz de ataque.

Virtudes

En un partido eminentemente táctico, el Betis leyó perfectamente los tiempos del mismo y el juego a balón parado del Almería, ya que el gol rojiblanco, aun en una segunda jugada tras un saque de falta, vino motivado exclusivamente por un fallo de Nano. En el otro área, tampoco se dejó ganar la partida e incluso ganó algún balón en línea de rechace.

Talón de aquiles

El adormecido arranque del segundo período.

stats