Copa del rey

De la goleada a torcer el gesto (1-2)

  • El Sevilla pudo despachar al Granada pero un gol en el descuento les da esperanzas de remontar después de que Aspas desperdiciara una ocasión tras otra.

Paso de gigante del Sevilla hacia cuartos de final de la Copa del Rey a costa del fúnebre Granada de Joaquín Caparrós. Pudo ser definitivo si Iago Aspas hubiera convertido alguna de las tres inmejorables ocasiones que convirtieron a Roberto en el mejor local, de largo. El Pizjuán espera para firmar la sentencia, escrita desde Los Cármenes aunque un tanto en el último minuto del debutante Lass dé mínimo margen a la eliminatoria.

El Sevilla salió a empujar y las dudas del Granada hicieron el resto. Moribundo, sin rumbo y con poco más que ofrecer físico aparte, el equipo de Caparrós opuso la mínima resistencia, o menos, que se puede exigir cuando uno juega de local, por muy inferior que se pueda ser. Los blancos, además, estuvieron serios y movieron la pelota por dentro y por fuera con atrevimiento, como esperando que el horrible momento nazarí terminara el trabajo.

Dos, tres ocasiones, todas con remates fuera. Qué menos que alguna ocasión. Fue el bagaje de un Granada que dejó a Sergio Rico helado. El Sevilla consintió poco, y eso que con el marcador a favor se sintió tan superior que invitaba a complicarse la vida, fallando ocasiones clamorosas y dejando que Success recibiera demasiado en ventaja.

Por contra, el Sevilla salió con un buen número de jugadores habituales, más los cambios más recurrentes de Emery. Banega movía al equipo y atrás, salvo alguna imprecisión de Arribas, no había la menor novedad.

Pero en el fútbol perdonar es ofender y el Sevilla perdonó al Granada en la segunda parte hasta el punto de pasar de una goleada que pudo ser sonrojante a un resultado ajustado. Favorable, pero ajustado. "Una putada", como bien definió Deulofeu, autor del primer tanto sevillista en una galopada sensacional con gran asistencia a Gameiro, quien remató al palo para que el extremo recogiera el rechace y marcara.

Todo, prácticamente todo, lo bueno que hizo Deulofeu en Granada llegó fuera de la banda derecha. Salvo una incursión temprana con un centro que acabó en el larguero tras dos rebotes, por el centro fue casi imparable para los locales.

Si Success llega a cabecear razonablemente al borde del descanso, el tema igual habría cambiado, pero remató horrible solo ante Rico y el Sevilla volvió a golpear nada más volver de vestuarios. Caparrós hizo un cambio en una falta y el entrante, Suleyman, despejó hacia atrás el centro de Banega, asistiendo a la perfección a Gameiro.

Entre los runrunes de Los Cármenes, el Sevilla acumulaba méritos para meterse del tirón en la siguiente ronda, borrando el encuentro de vuelta de su lista de tareas, pero dos paradas sensacionales de Roberto a Iago Aspas y un inexplicable fallo del gallego tras asistencia magistral de Gameiro (tuvo tiempo de tomar café antes de tirar fuera con todo a favor) no permitieron al Sevilla ampliar aún más su renta. Lass Banghoura tiró a reventar una falta en el descuento y del finiquito se pasó a abrir algo la eliminatoria.

Visto lo visto la vuelta debe ser cosa tranquila, pero...

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