Rayo vallecano - sevilla · minuto cero

La gran paradoja de Reyes

  • El jugador más carismático del Sevilla apunta a ser suplente de lujo pese a su buen momento. Paco Jémez se deshace en elogios hacia el canterano.

José Antonio Reyes es el futbolista con más calidad del actual Sevilla. Siempre fue un futbolista con un toque especial que, con el paso de los años, ha ido cambiando el duende del desborde, de levedad etérea, por la solera de la visión privilegiada y reposada del veterano. A sus 31 años atraviesa un curso difícil. Cumple contrato en 2015 y ha perdido el sitio que siempre tuvo en el Sevilla, con el que el pasado 14 de mayo se encumbró ganando el decimosegundo título de su palmarés, el primero con el club de sus amores.

Hoy Reyes vivirá su particular y gran paradoja. Es, sigue siendo, el futbolista más querido para el aficionado sevillista, que igual lo ovaciona y se inclina a sus pies coreando su nombre que le recrimina no tener más continuidad en su fútbol de terciopelo. El zurdo de Utrera, con 287 partidos en Primera División a sus espaldas entre el Sevilla, el Real Madrid y el Atlético, sólo jugó tres veces en Vallecas, las tres defendiendo el escudo sevillista. Con Caparrós dos veces, en enero de 2002 (0-1, Marcos Vales) y en diciembre de ese mismo año (2-1, gol de Reyes en el minuto 3). Y con Marcelino tuvo su reestreno como sevillista el 8 de enero de 2012, dos días después de ser presentado ante 6.500 hinchas entregados al hijo pródigo en la dorada mañana de Epifanía. El conjunto blanco, que vistió de amarillo, cayó por 2-1. Reyes jugó fue jugó 76 minutos, 54 minutos en la mediapunta y los otros 22 en la izquierda cuando Kanoute relevó a Luna para intentar levantar el marcador.

No parece que vaya a ser la cuarta ocasión que Reyes sea titular en este escenario, al menos según lo que dijo Emery el viernes. "Vallecas no reúne las condiciones para que aflore lo que queremos de él", dijo el técnico, que puso los ejemplos de Rijeka y Feyenoord como dos partidos que cogieron a contra estilo al utrerano, quien a domicilio a veces agria el gesto.

Paco Jémez, en cambio, se deshizo ayer en elogios hacia Reyes. Quizá porque case con su juego preciosista. "Posiblemente es uno de los jugadores de la última década con más talento en España. Ha estado en los mejores equipos del mundo y es un jugador de calidad extrema. Parece que los minutos que le está dando Emery los está aprovechando muy bien y sabemos de su calidad, acorde al Sevilla, uno de los cuatro o cinco mejores equipos de la categoría", dijo el cordobés, que dio sus razones para justificar la poca presencia en la Liga de Reyes. "Año tras año los jugadores cambian y algunos como Denis Suárez, Gerard Deulofeu o Aleix Vidal tienen otras características", dijo, recordando a los tres nuevos competidores de Reyes por un hueco.

Emery apenas ha contado con el utrerano en la Liga. Sólo ha jugado tres partidos, sólo uno como titular, ante la Real Sociedad. Entre Aleix Vidal y Deulofeu le han quitado el sitio en la derecha, su flanco preferido desde que madurara hacia un futbolista de visión y pase en el Atlético de Quique Flores. Denis Suárez, y ahora Banega, le deniegan el hueco que Joaquín Caparrós le dio cuando debutó en el Sevilla, la mediapunta. Y Vitolo le cierra la izquierda, donde Reyes se muestra asfixiado, como se puso en evidencia en Rotterdam. Estará en el banquillo, como un suplente de lujo, bromeando y esperando su momento. Ese momento único que distingue al gran Reyes.

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