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La hora de la táctica

  • El técnico comienza a perfilar el esquema de juego, a la espera de que los fichajes definan el estilo. Ante el Middlesbrough, primer test serio para sacar conclusiones.

Tras los primeros días de exigencia física, Gustavo Poyet ya ha empezado a modelar el que será su primer Betis. Con la idea base del 4-3-3, el técnico pretende durante estos días darle forma al equipo para que ante la Balompédica Linense y el Middlesbrough ya se puedan extraer las primeras conclusiones sobre el estilo de juego. Eso sí, Poyet no se muestra inflexible en su metodología y todo dependerá de las características de los jugadores que tenga a su disposición.

En ese 4-3-3 con el que ha iniciado la preparación, el técnico está mostrando variantes, sobre todo en el centro del campo. Ahí, el técnico ha ensayado con un solo mediocentro por delante de la defensa -Petros y Xavi Torres en estos momentos- y dos interiores -donde se han repartido Dani Ceballos, Jonas Martin o Fabián-, y también ha colocado un doble pivote y un mediapunta, posición que ha ocupado habitualmente el centrocampista utrerano.

"La idea es intentar ir por el camino del 4-3-3, creemos que es el más idóneo para convencer a los jugadores", expresó Poyet en toda una declaración de intenciones. Eso sí, el técnico también dejó claro que las cualidades de los refuerzos que faltan por llegar determinarán el estilo final. Y es que en las conversaciones entre el entrenador y el director deportivo, Miguel Torrecilla, se vienen manejando distintos perfiles tanto de delanteros como de medios centro, lo que influiría en el esquema elegido por el técnico.

La pretensión de Poyet para hacer más factible ese 4-3-3 sería contar con un mediocentro con un buen posicionamiento táctico y que también tuviera una fluida salida de pelota. Si a eso se le añade más físico del que existe actualmente en la plantilla, se convertiría en el pivote perfecto, ya que se cuenta con que tenga una gran capacidad defensiva. "Dependiendo del que encontremos ya veremos si se puede jugar así o no", comentó el propio Poyet.

Tanto antes del traspaso de N'Diaye como ahora con los elementos con los que se cuenta en la plantilla, el técnico considera que el doble pivote sería la mejor alternativa posible, de ahí que esté metiendo prisa a Torrecilla para firmar a ese mediocentro que le permita acercarse a la idea de Betis que tiene en la cabeza. Además, el hecho de que Felipe Gutiérrez tampoco se esté ejercitando a tope -aunque las sensaciones del cuerpo médico sean mejores de las esperadas- no ayuda a darle la forma definitiva al equipo. En principio, este fin de semana Poyet trabajará con más intensidad los elementos tácticos, una vez que en el apartado físico ya se ha pasado de mejorar la resistencia a trabajar con elementos más propios de lo que se encuentra en un partido. Si el fichaje del mediocentro se considera clave para el sistema, el mismo también podría sufrir variaciones en función del delantero. Para Poyet, como ya ha manifestado en más de una ocasión, la capacidad goleadora marca el recorrido de un equipo en un campeonato, de ahí que si cuenta con atacantes de nivel pueda darle variantes al sistema para acomodar a más de uno en la alineación. "No seremos tercos, si cambiando se mejora, lo haremos", reconoció el preparador hace unos días. Y es que tras la llegada de Sanabria, el club sigue a la espera de la negociación por Bas Dost, que cuenta con otra propuesta que le hace competencia al Betis, a la vez que ha abierto la vía por Valere Germain, un delantero de cualidades distintas pero que también garantiza olfato goleador.

De contar con alguno de ellos más Sanabria y Rubén Castro, Poyet apostaría por colocar siempre a dos puntas sobre el terreno de juego, lo que lo obligaría a modificar la disposición táctica. El Betis apenas lleva una semana de entrenamientos, pero Poyet ya va definiendo su estilo a la espera de los refuerzos que marquen definitivamente cómo se configurará este nuevo proyecto.

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