En lugar de fatiga, hambre voraz

Una final hace sólo cuatro días, ante un equipo del potencial físico del Liverpool. Una temporada larguísima que empezó el 11 de agosto con la Supercopa de Europa y que hoy llega al partido sexagésimo tercero. Un rival que llega fresco, como campeón de Liga y obligado a paliar su fracaso en la Champions con el doblete. Messi, Luis Suárez y Neymar, "tres artistas del fútbol", enfrente, con 130 goles acumulados. Y una plantilla esquilmada en cuanto a efectivos entre lesiones y sanciones justicieras. Nada arredra al Sevilla. Vitolo es el ejemplo.

"Afrontamos el partido con muchas ganas. Después de la final contra el Liverpool hay más confianza, pero sabemos que nos enfrentamos a un grandísimo rival y que será difícil. A un partido todo puede pasar y podemos aprovecharlo", dice en su primer mensaje.

El canario fue un titán en Basilea. Frialdad para hacer túneles y recortes, capacidad para recorrer campo abierto entre tarascadas... y ambición. "Tenemos un desgaste importante ante un grandísimo rival, pero nos jugamos otro título y ahora mismo no nos pesan las piernas. Vamos a ir a por todas".

El Sevilla aún quiere más. La voracidad puede más que la fatiga. "Somos el club que más partidos ha jugado, pero la ilusión y las ganas que tenemos de conseguir otra copa y el hambre de este equipo no las quita nadie. A ningún jugador le pesan las piernas".

Eso sí, el Barça es el favorito. Aquí no hay 50% como con el Liverpool, pero... "Son los grandes favoritos, pero a un partido todo puede pasar, en la Supercopa de Europa les plantamos cara y por pequeños detalles se nos fue la final, aprendiendo de ese partido intentaremos con todas las ganas llevarnos la Copa a Sevilla. Ojalá podamos hacer felices a muchos sevillistas".

El cómo conseguirlo se fundamenta en el peso del oficio de un equipo que se faja como ninguno en los momentos clave. El Sevilla es de los pocos que ha ganado al Barça esta temporada (Supercopa y Camp Nou) y en sus dos derrotas le plantó cara hasta un extremo inimaginable. "Ya nos conocen. En casa les ganamos y en el Camp Nou hicimos un partido muy bueno, saben que somos buen equipo y seguro que se verá un partido bonito y disputado. Tenemos una buena defensa, trabajamos muy bien en equipo y corrigiendo los errores que hemos tenido otras veces contra ellos podemos ganar".

Es difícil hasta imaginar que el Sevilla sea el que logre el doblete... "Si lo dices a principio de temporada es impensable, pero, llegando a estas alturas, la afición está superilusionada y no vamos a tirar la final. Vamos a ir a ganarla y ojalá que podamos hacer felices a muchos sevillistas".