Cuando un entrenador no gana suele asomar con tribulación. Los resultados suelen ser su principal sustento, un aval que no alumbra la trayectoria presente de Paco Chaparro. Empero, el técnico de Triana, aun consciente de que se la juega en los próximos envites, es una persona serena a la hora del balance. En plena resaca por una nueva y dolosa derrota en Villarreal, coge impulso. Mira al pasado, pero también al futuro.

"Si hubiera que analizar este comienzo de Liga, lo peor serían desde luego los resultados. No llevamos muchos puntos, aunque hay que tener en cuenta que hemos jugado con Sevilla, Barcelona, Real Madrid y Villarreal, los primeros de la Liga. Y, en lo positivo, me quedo con que se ve que somos un equipo, que juega, que llega y que crea oportunidades de gol, pero que debería resolver y acabar los partidos en esos ratos de 45 minutos que tiene. También en lo negativo, algunos goles nos llegan por errores propios que aprovecha el contrario, por anticipación, o por desaplicaciones fruto de la escasa tensión", admite.

Aun así, no cree que al Betis se le hagan largos los partidos. "A un equipo como el Villarreal lo dominamos incluso en algunos minutos de la segunda parte, pero tiene gente importante y sabes que va a disfrutar de sus momentos, a ningún equipo se le puede someter los 90 minutos y menos a éstos con los que hemos jugado, que resuelven en un rato porque tienen calidad. Además, se nota la profundidad de su banquillo. ¿El mío? Pensaba meter centrales, cambiar a Rivas por Emana, pero enseguida nos pusimos perdiendo. El partido estaba siendo muy vivo, pero a veces no caben todos los cambios que piensas, no puedes quitar a varios a la vez", comenta en defensa de algunos de sus futbolistas, a los que le vienen larguísimos los partidos.

Sin embargo, el técnico quiere que predominen las buenas sensaciones. "Hace tiempo que el Betis no estaba tan bien ni llegaba tantas veces. El entrenador del Barcelona me dijo que llegamos 27 veces a su área. En estos cuatro últimos partidos lo habremos hecho más de 60 veces, suficiente para llevar 12 goles a favor. Pero llevamos cuatro. Influye todo, pero no se refleja lo que hacemos en los entrenamientos", lamenta.

Lo peor es que, en dos semanas, casi una final ante el Mallorca en Heliópolis. "Yo no siento la presión ni voy a permitir que la sientan mis jugadores. ¿Mi futuro? Yo ahí no mando. Yo estoy tranquilo porque sé que el equipo va a salir y por mí. Ustedes lo ven jugar, hay un trabajo y no sé si tendremos muchos partidos, pero vamos a ir hacia arriba", dice convencido, antes de añadir: "No es bueno que resten dos semanas hasta el próximo partido, querríamos jugar cuanto antes a pesar de haber perdido. Va a ser duro tener que esperar tanto tiempo".

Donde sí realiza un trabajo formidable es en su vestuario, aislándolo del entorno. "En el club hay tranquilidad, el tema de las acciones no influye. A mí me informó Iván (Prensa oficial del Betis) y todavía no he hablado del tema con los jugadores, pero ellos están tranquilos, sólo quieren ganar un partido cuanto antes. Igualmente, me han dicho que a don Manuel le ha gustado el partido que hemos hecho y que ve que el equipo está bien. Lo único que querría, como todos los béticos, es que el equipo tuviese cinco o seis puntos más", apostilla, siempre muy sereno, Chaparro.