El plan B ya toma cuerpo

Sin plan B en la recámara por si fallaba la opción de contratar a Juande Ramos, auténtico objeto de deseo de Manuel Ruiz de Lopera por mucho que las partes lo desmintieran, el Betis se vio obligado el pasado miércoles a activar la tercera opción que manejaba, que era mantener a Antonio Tapia en el banquillo porque nunca pensaron sus rectores en destituirlo y situar al frente del primer equipo a un entrenador de la casa interino.

Empero, en las últimas horas, y ante la posibilidad de un mal resultado mañana frente al Salamanca, Lopera y el director deportivo, Manuel Momparlet, se han puesto manos a la obra para tratar de reconducir el equipo y tener las alternativas cuanto menos previstas.

El deseo de Lopera, y así se lo expresó a sus consejeros más cercanos el miércoles, es que Tapia empiece a ganar partidos para que lo haga desistir de su idea de sustituirlo, pero sabe que eso es hoy muy difícil y que la situación podría hacerse insostenible en Heliópolis a eso que sean las seis de la tarde del sábado.

Así, las cosas, y ante la ausencia de un candidato de garantías que cuente con la unanimidad de Lopera, Momparlet y demás -en tiempos de crisis, el mandamás al menos consulta con los suyos-, se entretuvieron en hacer un retrato robot que conduce a un hombre principalmente, Risto Vidakovic, quien ya fue apuntado por este diario hace dos días como la opción alternativa si no llegaba Juande y Tapia volvía a fallar. El caso es que en la reunión de la tarde del miércoles en Jabugo se habló de apostar por un técnico con hambre, alguien joven y con ganas y que pudiese tener cierto predicamento sobre la plantilla por su pasado verdiblanco. Si, además, se trata de alguien con carácter, capaz de imbuírselo a los futbolistas, miel sobre hojuelas. Incluso, hay en el entorno de Lopera quien recuerda que Pep Guardiola pasó del Barça B, que militaba en la misma categoría que el Écija de Vidakovic -Segunda B-, al primer equipo, u otros entrenadores que siguieron caminos similares y hoy triunfan en Primera División, salto mayor que el que daría el técnico serbio.

Gabriel Calderón, recién despedido por el Al Ittihad, responde a un perfil similar, pero él mismo no acaba de ver claro que su futuro inmediato pase por recalar en el Betis.

Sea como fuere, Lopera parece decidido a asumir el riesgo de darle el banquillo a un técnico relativamente joven y ambicioso e incluso se rumoreó ayer por Sevilla la posibilidad, aunque muy remota, de un tándem compuesto por Calderón y Vidakovic.

En el apartado de refuerzos, Lopera negoció ayer en Sevilla la incorporación de Jonathan Pereira, que está muy avanzada, una vez que Ewerthon está prácticamente descartado porque da la impresión de estar de vuelta, se le considera un hombre polémico y, además, su ficha se acerca al millón de euros y el Betis debería pagar la mitad.

El pequeño y rapidísimo delantero del Villarreal, que no irá a un equipo de Primera sólo por haber sobrepasado el límite de cinco partidos jugados, llegaría en principio cedido con una opción de compra. Con 22 años, es el preferido de Antonio Tapia y lo era del propio Juande Ramos. El único problema es la competencia del Celta, que ayer presentó una oferta en firme al Villarreal.

En la zaga, el Betis ha reactivado la opción de Sebastián Hoyos, de Lanús, toda vez que el chileno Waldo Ponce está también en la mira del Sporting de Portugal. En la amplia lista de centrales que manejan Lopera y Momparlet, y que crece por días, sigue teniendo cabida el surafricano Morris, del Racing, quien ya interesara el pasado verano.