No es una final, pero como si lo fuera; aún no es definitivo, pero apunta a ello; ante el Tau sólo hay en juego una victoria más, sí, aunque dado el inicio del Cajasol en el campeonato es como si el choque frente a los vitorianos tuviese doble valor.

Y no es una forma de hablar, ya que ganar al Baskonia significa una balsa de aceite necesaria para paliar la decepción y, por qué no, el miedo de ver el futuro con tanto pesimismo, más aún tras la última derrota en Granada. Así lo ve el propio técnico cajista, Rubén Magnano, que, consciente de lo que viene ahora (Tau, Pamesa, Real Madrid, Unicaja y Akasvayu), espera que sus jugadores reaccionen ante los grandes de la Liga para, además de sumar, restablecer una moral muy tocada.

"Más que fijarme en el rival, lo hago en mi conjunto y en mejorar nuestra producción, ya que sólo así podremos medirnos de tú a tú contra cualquiera. No es cuestión de a quien nos enfrentamos, sino de jugar siempre a nuestro nivel", explicó el entrenador argentino, quien añadió: "No es una situación tan drástica como para que el encuentro del viernes nos marque el futuro en la ACB, pero sí que es muy importante".

Y es que perder en Granada no entraba dentro de los números mentales que se hacían los hispalenses ante la cuesta de diciembre y enero que ahora encaran, menos aún por cómo se produjo una derrota que se ha convertido en una de las más dolorosas del campeonato. "Tenemos que aprender a ganar. Contra Granada no supimos, porque igualamos un partido que parecía perdido y desaprovechamos hasta cuatro posibilidades de ponernos por delante. Fue una situación muy particular, porque tras remontar bastó que empatásemos para frenarnos de nuevo. Con todo, la clave estuvo en el segundo cuarto, donde tuvimos cinco o seis minutos en los que realmente nos nublamos. Más allá de los porcentajes y estadísticas, faltó concentración para realizar lo que teníamos que hacer tácticamente, ya que no es fácil remontar 10 ó 15 puntos como hicimos", indicó.

Magnano destacó: "Necesitamos aprender a rematar al contrario, porque, a menudo, lo dejamos vivo. Ahora estamos en una situación muy comprometida porque los números así lo reflejan, por lo que ahora cada uno debemos tener las ideas claras y el corazón muy grande".

El técnico, además, salió al paso de las críticas sobre algunos de sus jugadores que tuvieron una pobre actuación en el último choque, en el que los cinco titulares (Miles, Ellis, Miso, Betts y Kakiouzis) tuvieron una valoración positiva y jugaron más de 34 minutos cada uno (Miso y Miles más de 39). "Todos tenemos que dar más de sí, todos, sin especificar ni señalar a nadie. Ignerski, por ejemplo, que no estuvo afortunado en Granada, ante el Barcelona hizo un gran partido, como Bueno o Carroll contra el Polaris", señaló el argentino, quien resaltó de nuevo la importancia de Miso: "Desde el principio sabíamos de la importancia de Miso, pero no podemos sufrir misodependencia, puesto que no puede asumir toda la responsabilidad solo".