Sevilla-elche · sala de prensa

Lo positivo puede con algún lunar

  • Emery destaca que el equipo respondió al plan ideado y le quita importancia al nuevo enfado de Iago Aspas.

El nuevo enfado de Iago Aspas, que expresó abruptamente su descontento junto al banquillo, y la nueva sanción de Krychowiak no aguaron el vino de un triunfo que acerca al Sevilla al cuarto puesto. Unai Emery tiró de mesura en su análisis y se felicitó por que su equipo respondiese al plan ideado.

"Teníamos que tener paciencia y ser verticales en la última fase, cerca del área. Lo hemos hecho", indicó el técnico. "Los dos goles han decantado el partido, pero no era fácil, el Elche estaba en buena dinámica y necesitado. En el segundo tiempo han estado más presentes sin crear demasiado peligro. El 3-0 nos ha dado la tranquilidad y hemos dejado la portería a cero", argumentó sobre el partido.

El asunto de Iago Aspas tuvo miga: "Ha manifestado un descontento, pero lo concibo dentro del grupo. Es una cosa más de los que quieren jugar y no juegan. Estas situaciones tenemos que ir controlándolas por el bien del equipo. Éste es un vestuario fortísimo. Las manifestaciones del grupo son siempre muy positivas. (...) No le vamos a dar importancia porque en el cómputo global está muy por encima lo positivo", dijo Emery, que agradeció a la afición la comunión que propicia siempre en Nervión. "En el Sánchez-Pizjuán la afición es importante. Aquí nos sentimos fuertes con nuestra gente. Tenemos una dinámica de juego que conecta. Hay una unión con la afición. El equipo responde del nivel individual al colectivo y del colectivo al individual. Si alguien quiere ganar aquí, tiene que hacer mucho y eso lo trabajamos bien".

Con el Atlético a cuatro puntos, no es quimérico pensar en el cuarto puesto. "Con esta victoria alejamos a los que vienen de atrás y nos acercamos a los de arriba. Cumpliendo el objetivo de ganar podemos encotrarnos con algo más que se puede poner a tiro", templó Emery, que fue comprensivo con la nueva suspensión de Krychowiak: "Su fuerza la tiene muy presente en todas sus acciones. Pero siempre va a ser limpio y no es fácil controlarla. A Mbia le pasa algo parecido. Entran con fuerza y si chocan sin balón pueden ser tarjetas. Se puede reconducir, pero no es fácil porque puede perder sus prestaciones, que son de un nivel muy bueno. Además, cuando ve tarjeta es inteligente y sabe manejarse para no ver la segunda".

Por último, vista al Villarreal: "Debemos darle continuidad a los 90 minutos de la ida con la prudencia absoluta y el respeto máximo. Hay que saber la respuesta posible, porque el Villarreal tiene capacidad. No me veo ya en la siguiente fase, va a ser difícil".

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