La renovación de Rakitic cada vez se parece más a una partida de cartas de esas que duran hasta el amanecer. Y cada jugador muestra la carta que quiere en cada momento y se guarda el resto, según su propia estrategia. Este miércoles le tocaba jugar a Rakitic y sorprendió con unas declaraciones plenas de compromiso y de cariño hacia el Sevilla. No es la primera vez que el futbolista suizo realiza este tipo de declaraciones, pero, sin embargo, la negociación sobre su renovación va por los tres meses desde la primera reunión a finales de noviembre. El jugador anunció que su hermano Dejan, que ya estuvo en Sevilla en la penúltima semana de enero, volverá próximamente a reunirse con los dirigentes del club. Pero también dejó caer que él no tiene ninguna prisa, porque su contrato no expira hasta 2015. Según sus palabras, próximamente habrá fumata blanca. 

De esas mismas palabras se desprenden varias cosas. Su tono era algo más tranquilizador que el del martes, cuando dijo que "cuando tenga que saberse algo, sea bueno o malo, se sabrá". Poco margen para que haya algo malo dejó este miércoles el internacional croata, que mostró una gran predisposición a estampar su firma con el Sevilla para ampliar su vinculación y a cumplir su nuevo contrato (en teoría hasta 2018), aunque luego el club se vea obligado a traspasarlo este mismo verano. 

"Dentro de nada va a venir mi hermano para acá y vamos a sentarnos otra vez, a ver si podemos decir algo más -aseguró Rakitic tras recibir el premio al mejor jugador de enero de la Liga BBVA-. Sí que nos hemos acercado, pero no tengo mucha prisa porque me queda un año y medio y creo que no hay preocupación ni nada. Trabajamos por lo mismo, estamos muy contentos el uno con el otro y ya veremos lo que pasa". 

El futbolista no es ajeno a lo que sale en la prensa pese al sigilo de la negociación y se mostró irónico sobre las cantidades que algunos medios estaban manejando. Ahí terció con comprensión hacia la realidad económica del Sevilla. "He visto el otro día que no sé cuantos millones me quieren ofrecer -dijo sobre la presunta petición de equiparar su sueldo a los de Kanoute o Negredo-. El presupuesto del club no es igual que el de hace cinco años, entiendo esto, ni puedo ni quiero llegar a lo que llegaron a cobrar Kanoute o Negredo, porque era un tiempo diferente". 

A colación de esas elevadas cantidades económicas que estaban saliendo en la prensa, y que, según algunos medios, llegaban a una petición de 3,5 millones limpios, Rakitic antepuso otro tipo de prioridades: la familia, el acomodo, la calidad de vida... "No hace falta (tanto dinero) si me siento bien, te aseguro que lo número uno es el Sevilla. Hay muchos jugadores que se han ido a sitios que no saben ni dónde están para tener el contrato que tienen y eso para mí no tiene mucha importancia. Lo más importante es lo deportivo, que nos hemos alejado del cuarto puesto, pero personalmente estoy muy tranquilo porque el del Levante es un partido que se pierde uno de cien. El grupo trabaja súper bien, hemos hecho un trabajo enorme y lo más importante es jugar en Europa". 

Poco a poco, el futbolista fue acentuando al club. Pese a que incluso se le preguntó por el presunto interés del Barcelona, y de grandes clubes europeos como el PSG o el United, Rakitic replicó con una pregunta retórica: "¿Es más bonito jugar ahí que en el Sevilla? ¿Tú crees? Son equipos con los que se puede soñar jugar ahí, pero es más importante sentirse cómodo, bien. Para mí lo más importante es que el club está contento y si el club me viene un día y me dice 'Ivan es el momento' será diferente, aquí todo el mundo está contento conmigo y al final vamos a decidir juntos". 

Rakitic apeló a valores inmateriales y aseguró estar "cómodo, feliz, contento". "Todo eso tengo". Y rechazó tener muchas novias, con sorna: "Ya tengo a mi mujer… No puedo decir quién puede y quién no puede venir al estadio -en referencia a los ojeadores-, pero para mí lo más importante es el Sevilla". La promesa no puede ser más rotunda. Ahora, sólo falta cumplirla.