Isabel Grau y Ana Rubio tienen 15 años y son de Coria del Río. Comenzaron desde pequeñas en el mundo del atletismo y en su palmarés se cuentan buenas marcas y medallas, siendo la más reciente de ellas la conseguida en el Campeonato de España cadete de atletismo, disputado en Granollers el primer fin de semana de julio. Grau y Rubio se colgaron la presea de oro tras imponerse en el relevo de 4x100 metros. Estuvieron acompañadas en el podio por la tomareña Alba Borrero y la almeriense Teresa Mangue. 

Los inicios de Ana Rubio se remontan a cuando tenía nueve años y participó en una carrera popular en su pueblo. A los 12 empezó a entrenarse de forma continuada y a competir a nivel andaluz. Representó al Club Atletismo Coria hasta que ascendió a la categoría cadete, momento en el que se federó en el Club Unicaja Jaén Atletismo. "La escuela de Coria prepara y lleva a las competiciones a los atletas de las categorías benjamín, alevín e infantil. Para los rangos superiores -cadete, juvenil, júnior, promesa y sénior- es el Unicaja el que pone los medios para que los deportistas continúen su progresión", explica el entrenador de las dos atletas, Sebastián Galán. 

Ana fue subcampeona de Andalucía de los 300 metros lisos en 2012, tanto en el certamen de invierno como en el de verano, y este año fue tercera. Al principio de la temporada tuvo que lidiar con los entrenamientos y los estudios, y se agobió un poco, de ahí que no consiguiera repetir el subcampeonato. Pero, según pasaron los meses, su rendimiento mejoró, y la victoria grupal en Granollers resultó ser el mejor de los broches para una campaña con altibajos. 

Su compañera y amiga Isabel Grau ha seguido sus pasos deportivos. También empezó en el club de Coria y en la actualidad está inscrita en el Unicaja Jaén. Y Grau no se queda atrás en lo que a triunfos se refiere. En 2010, cuando estaba en la categoría infantil de primero, ganó su primera medalla a nivel andaluz en la prueba de 60 metros lisos. Poco después venció en los 80 al aire libre. El año pasado, ya como cadete, consiguió su primer bronce en una competición nacional, en la prueba de los 100 metros lisos. Estos y otros registros sólo han sido frenados por dos lesiones, ambas en los isquiotibiales de la pierna izquierda. Empezó esta temporada muy fuerte, recuperada de la primera lesión, pero recayó, por lo que tuvo que decir adiós a algunas participaciones. 

Pese a los problemas físicos de Isabel y las malas condiciones de entrenamiento que estas corianas tienen que afrontar con cierta frecuencia, ambas atletas son optimistas de cara al futuro. Su sueño es participar en unos Juegos Olímpicos, y los de 2020 -más aún si se celebraran en Madrid- se postulan como la mejor opción. Ana e Isabel recuerdan con cariño la consecución de su primera medalla y lucen con orgullo la última conquista. Más adelante les gustaría estudiar una carrera que pudieran complementar con el atletismo, pues de algo están seguras: les queda mucha pista por correr. Y para ello contarán con la inestimable ayuda de Sebastián Galán, su entrenador y pieza clave en sus progresos y avances.