A falta de un tercio para finalizar el campeonato, el Betis se encuentra colocado en la zona de ascenso directo, pero la igualdad existente entre los cinco primeros clasificados hace pensar que el sprint final de Liga será decisivo para otorgar las dos plazas con el premio de Primera. Esta situación, que ya se vislumbraba desde el final de la primera vuelta en pleno mes de enero, provocó que el cuerpo técnico diseñara un plan especial de trabajo para que el equipo afinase su estado físico en este tramo del campeonato y también para que llegue al máximo a la recta final de la competición, donde ese apartado se antojará decisivo en un torneo de larga duración como la actual Segunda División.

Cualquier espectador habitual de los entrenamientos del equipo verdiblanco en las últimas semanas ha podido comprobar que el trabajo físico ha formado una parte principal de las sesiones, sobre todo en los primeros días de la semana e incluso con jornasas de doble sesión. Y es que hace seis semanas el cuerpo técnico, con el preparador físico, David Gómez, registrando todos los parámetros de los jugadores, puso en marcha este plan específico en el que las series de fuerza y resistencia se añadieron al habitual trabajo técnico y táctico, con la idea de que la mejoría física ayudase a esa mayor intensidad que los técnicos pretendían en cada encuentro. En el duelo del domingo ante el Valladolid ya se comprobó esa intensidad que el Betis imprimió desde el primer minuto y que provocó que el conjunto pucelano nunca se sintiera cómodo sobre el césped, como han venido manifestando sus propios jugadores tras la goleada recibida en Heliópolis.

No es la primera vez que con Pepe Mel al frente del Betis se realiza un trabajo similar en estas fechas. En la temporada del ascenso, con Jesús Paredes como preparador físico, y en la que David Gómez también formaba parte del cuerpo técnico, la plantilla verdiblanca también realizó dobles sesiones de entrenamiento para afinar la puesta a punto y llegar en las mejores condiciones posibles al final del campeonato. Entonces, el equipo bético atravesó un bache en el comienzo de la primera vuelta que luego quedó en nada tras la imponente reacción que finalizó con el ascenso a Primera.

Las similitudes entre ambas temporadas y esa misma necesidad de optimizar el estado físico del equipo de cara al final de Liga fueron el origen de este plan que diseñó el cuerpo técnico. Eso sí, sin la excelente respuesta del grupo al trabajo planteado por los técnicos sería imposible alcanzar el objetivo deseado, al mismo tiempo que esa mejora en el apartado físico también permite una mejor asimilación de los conceptos técnicos y tácticos que el cuerpo técnico ha ido planteando en las últimas semanas. Ahora el equipo ha comenzado a recoger los frutos de ese trabajo en la sombra tan necesario para optar al ascenso.