Los ultras del FC Barcelona patrullan por Sevilla la noche antes de la final de la Copa del Rey

El Clásico del fútbol español definirá al campeón del torneo nacional

Así respiran las aficiones antes del encuentro

Peleas entre manifestantes de Tsunami y  Boixos Nois
Peleas entre manifestantes de Tsunami y Boixos Nois

Los partidos se fútbol importantes siempre se empiezan a jugar antes de que el árbitro pite el inicio del encuentro. Un caso claro es el esperpento perpetrado por el Real Madrid en la previa de la Final de la Copa del Rey, teniendo incluso que desmentir que no iban a disputar el choque frente al Fútbol Club Barcelona debido a la polémica arbitral y los enemigos imaginarios que el conjunto merengue sigue fabricando día tras día. En una noche bastante tranquila en Sevilla en lo que a aficionados se refiere, nada que ver con la invasión bilbaína del pasado año, el grupo Boixos Nois ha sido la única nota discordante.

Los ultras del Fútbol Club Barcelona, tal y como se puede ver en el vídeo inferior, patrullaron por la Alameda de Hércules con semblante de pocos amigos en busca de sus homólogos madridistas: Ultras Sur. Las peleas entre estos grupos suelen ser habituales, aunque no por ello correctas, más aún teniendo en cuenta la importancia que tiene para ambos equipos conseguir una Copa del Rey que se presenta como el primer título de la temporada. Según las distintas informaciones recabadas en redes sociales, la sangre no llegó al río y el enfrentamiento no tuvo lugar, además de no conocerse disturbios en la capital hispalense la noche previa al encuentro.

Expulsados de su casa

Cabe recordar que Boixos Nois fueron prácticamente expulsados del Camp Nou gracias a Joan Laporta en el año 2005. La lucha del actual presidente del Fútbol Club Barcelona contra los ultras comenzó con el cierre del cuarto donde el grupo guardaba su material. Crónicas de aquella época aseguran que allí convivían "banderas y pancartas con puños americanos y bates de béisbol", por lo que a la directiva del combinado blaugrana no le tembló el pulso para asestar un duro golpe a los que se consideraban "una peña barcelonista que anima al equipo y quiere al club por encima de todo".

Tras esto, el máximo dirigente de la entidad culé sufrió un ataque a la salida del Palau, que derivó en una serie de detenciones y el veto prácticamente total de los ultras blaugranas en su propio estadio. Laporta y su familia tuvieron hasta que mudarse de su residencia, que una mañana amaneció con pintadas amenazantes firmadas por unos Boixos Nois que fueron perseguidos sin piedad por la directiva culé y terminaron sentenciados.

En la actualidad, el grupo ultra del Fútbol Club Barcelona sigue a su equipo allá donde va, como han demostrado en Sevilla antes de la Final de la Copa del Rey. Sin embargo, el paso de los años va demostrando que este tipo de colectivos cada vez tienen menos cabida en el mundo del balompié. Por suerte, en esta ocasión no hubo que lamentar ningún incidente, algo que no sería sorpresivo debido al historial de unos Boixos Nois que en en enero de 1991 arrebataron la vida a Frederic Rouquier, aficionado del RCD Espanyol que portaba en su cuello una bufanda del conjunto perico.

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