El Real Madrid, cariacontecido por la eliminación en la Euroliga, casi se aseguró su presencia en la próxima edición de la máxima competición europea al ganar al Polaris World en un mal partido que merece ser olvidado de inmediato por todos. Lo único destacable es que el Madrid tiene tres victorias de ventaja con su inmediato perseguidor, el DKV Joventut, a falta de ocho jornadas.

La primera canasta del partido no llegó hasta casi los tres minutos cuando Gavel anotó un triple. Fueron minutos de fallos y más fallos. Joan Plaza puso en liza un quinteto poco habitual, lo que permitió al Polaris pensar en romper su estadística de 10 derrotas en 10 visitas (11-16, min 10).

La entrada en pista de Felipe Reyes y, sucesivamente, del resto de habituales comenzó a surtir efecto y el Real Madrid empató a 23 con un triple de Hervelle y se puso por delante con otro de Bullock: 26-24.

Con seis puntos de ventaja en el descanso (37-31), el Real Madrid se decidió a apretar un poco en defensa. Resultado: un contundente 17-4 en el tercer periodo. Perfecto indicador de que los aficionados lo pasaron un poco mejor, a pesar de que el partido fue una auténtica pesadilla.

Un tapón de Pelekanos a Lou Roe, solo en un contraataque, fue de lo poco potable para la retina de los asistentes.

Con los titulares de Vistalegre instalados en torno a la veintena de puntos de diferencia, los últimos diez minutos de juego también sobraron. El Madrid tiene la participación en la próxima Euroliga más cerca y el Polaris agranda su estadística: 11 visitas al Madrid y 11 derrotas.