Osasuna-Betis

El viento a favor como motor

  • El Betis debe aprovechar la inercia positiva para volver a Sevilla con los tres puntos en su visita a Pamplona

Pocas semanas tranquilas se han vivido en Heliópolis desde que la temporada comenzara allá por finales de agosto. La actualidad verdiblanca siempre ha estado plagada desde el inicio del curso por noticias extradeportivas que no hacían ningún bien a la entidad y estos últimos días no han sido una excepción, con rumores sobre el fin de la instrucción y propuestas de reuniones entre Ruiz de Lopera y "quien sea por el bien del Betis".

Sin embargo, en el plano meramente deportivo, la victoria del pasado sábado ante el Recreativo (3-2) en casa en cierta forma apaciguó los ánimos y las aguas volvieron a su cauce. Los tres puntos cosechados en el Benito Villamarín en el duelo autonómico sirvieron para que los de Velázquez volvieran a la senda de la victoria después de tres partidos en los que los verdiblancos sólo fueron capaces de empatar (Valladolid, Las Palmas y Lugo), y al pucelano le valió continuar, al menos, una semana más al frente de la nave bética.

"Cuando se gana, todo es más favorable", aseguró el técnico verdiblanco en la previa. Y bien es cierto que los sevillanos deben aprovechar esta ola de positivismo que parece impregnar el ambiente para volver a sumar la victoria ante Osasuna, aunque El Sadar no parece el escenario más favorable para conseguirlo. El estadio pamplonica es un terreno donde los béticos no suelen salir bien parados. De hecho, la última victoria de los verdiblancos data de 2008, cuando los visitantes vencieron por 0-2 (Mehmet Aurelio y Pavone fueron los artífices de la victoria del equipo dirigido por entonces por Paco Chaparro).

Pero si las actuaciones verdiblancas no han sido positivas en los últimos cursos, donde ambos conjuntos se han visto las caras en Primera, la hemeroteca demuestra que la suerte también fue esquiva para los intereses hispalenses cuando los envites se produjeron con ambos equipos en la categoría de plata del fútbol nacional. Hasta finales de los años setenta, concretamente al curso 78-79, hay que retroceder para encontrar el último antecedente, en el que el Betis cayó por 3-1 ante el Osasuna.

El mismo resultado se produjo en el primero de los duelos, en la temporada 69-70. El único punto que los béticos sacaron de terreno navarro lo cosecharon durante la 73-74, donde los verdiblancos empataron 3-3.

Así las cosas, los de Velázquez tratarán de sumar la sexta victoria del curso, tres puntos que los acerquen más a los primeros puestos de la clasificación, algo que pondría algo más cerca alcanzar el objetivo del curso para esta temporada: regresar a Primera por la vía directa.

Para la causa, y con el fin de alcanzar la ansiada y proclamada continuidad que Velázquez siempre ha pedido, el técnico podrá repetir el mismo once que cosechó la victoria ante el Recreativo el pasado fin de semana, toda vez que el canterano Dani Ceballos, que parece haberse convertido en un fijo en las alineaciones del vallisoletano en las últimas semanas, finalmente fue incluido en la convocatoria para el envite contra los rojillos y Matilla y Rennella parecen finalmente recuperados de sus distintos problemas físicos que atravesaron durante la semana.

En frente estará un rival tocado y cerca de los puestos de descenso a la Segunda División B -tan sólo un punto de distancia tiene con la zona peligrosa de la clasificación, marcada por el Mirandés con 11-. Jan Urban, técnico del Osasuna, se la juega y una derrota bien podría provocar el despido del polaco.

Sólo tres puntos de los últimos quince posibles es el pobre e insuficiente bagaje de un equipo que, como su rival hoy, aspira a recuperar la categoría perdida en la última temporada. Lejos del objetivo del ascenso, y con la situación actual, el Betis llega en el momento idóneo a El Sadar. Los verdiblancos deben aprovechar el soplo de aire positivo insuflado tras la última victoria para cosechar un buen resultado ante un rival que, a buen seguro, ocupará alguno de los puestos de privilegio a final de temporada.

Así las cosas, el ambiente, además, se espera menos hostil que en ocasiones anteriores en las que el Betis visitó el estadio pamplonica. Las peñas del Osasuna homenajearán a N'Diaye por su gesto la pasada temporada con un joven aficionado a quien sacó en brazos después de que se cayera la valla de seguridad cuando el conjunto rojillo celebraba uno de los dos goles que anotaron al por entonces colista de la Liga.

Si el Betis es capaz de regresar a Sevilla con los tres puntos bajo el brazo, el deseo público y publicado de Velázquez de conseguir la sinergia con la afición estará algo más cerca; volverse de vacío sería volver a despertar un sentimiento en contra del equipo que, al menos, parece dormido. Lo mejor de esta situación es que es el propio conjunto verdiblanco el que tiene la sartén por el mango y sus jugadores son los únicos capaces de despertarlo.

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