El Grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Dos Hermanas (Sevilla) reclamó hoy al Gobierno municipal de Francisco Toscano (PSOE) que no "abandone a su suerte" los vestigios históricos descubiertos recientemente en las obras de ampliación del centro cultural La Almona, donde fueron halladas una gran tinaja y una rueda de molino y donde el colectivo de arqueólogos sevillanos teme un "atentado contra el patrimonio" debido al tratamiento de los restos. 

En un comunicado, el portavoz del Grupo popular, Manuel Alcocer, señaló que "estos restos aparecidos en el centro de nuestra localidad no pueden apartarse en algún almacén municipal o exponerse en otros museos de la provincia, pues ante la escasez de restos históricos de nuestra ciudad, esta es una oportunidad única para que nuestra historia quede expuesta y sea conocida por todos los nazarenos". 

Así, y en cuanto a la denuncia formulada por la Sección de Arqueología del Colegio de Doctores y Licenciados de Sevilla y Huelva, que ha entregado un escrito en la Delegación provincial de la Consejería de Cultura reclamando información en cuanto al tratamiento de los vestigios, Alcocer advirtió de que el PP "no va a tolerar" un agravio contra el patrimonio y reclamó al Ayuntamiento una custodia de los vestigios "de la manera más oportuna y conforme a todas las garantías de conservación". 

"Rogamos al equipo municipal y a la consejería pertinente que no se abandonen estos restos a su suerte, como ha ocurrido con otros monumentos de la localidad como la Torre de los Herberos, a día de hoy prácticamente pese a ser el símbolo del escudo municipal", concluyó el dirigente del PP. 

Según había informado a Europa Press Araceli Rodríguez, uno de los miembros del colectivo de arqueólogos de la provincia, en este edificio inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz desde 1997 gracias a sus dos naves de estilo mudéjar, sus elementos arquitectónicos barrocos y los vestigios de la hacienda Montefrío, podría haberse cometido un "atentado contra el patrimonio" al impulsar el Ayuntamiento las obras de ampliación sin "las debidas cautelas arqueológicas" y haber errado al declarar los restos como carentes de valor.