Dos Hermanas

Desesperación vecinal en Montequinto: Una "chatarrería" de coches y narcolanchas junto a un colegio

  • Residentes y padres de alumnos lamentan que no se haya puesto solución a un problema tras un año de denuncias

  • Los vehículos de alta gama intervenidos por la Guardia Civil ocupan un solar y una avenida

  • Muchos han sido ya objeto de robos

Las narcolanchas depositadas junto a la entrada del Colegio Tabladilla.

Las narcolanchas depositadas junto a la entrada del Colegio Tabladilla. / José Ángel García

Ha pasado casi un año desde que las familias con hijos en el Colegio Tabladilla, en Montequinto (Dos Hermanas, Sevilla), se quejaran de la imagen que ofrecían los alrededores del centro educativo: narcolanchas y vehículos de alta gama apilados junto a la Comandancia de la Guardia Civil que existe en esta barriada nazarena. Poco se ha hecho por mejorar una situación que estos meses de verano se ha agravado y que llega ya a dificultar el tránsito de coches y personas por la zona. 

Una de las vecinas de Montequinto se ha puesto en contacto con este periódico para explicar lo que se vive en un enclave que, durante el curso escolar, recorren numerosos menores, que con el tiempo han conocido el origen de las embarcaciones que los narcotraficantes usan para distribuir la droga por el río. 

"En estos momentos hay tres narcolanchas junto al colegio y hasta 60 vehículos en la calle. Son de alta gama, a algunos les han robado las cuatro ruedas", detalla esta residente, que asegura que los vehículos intervenidos por la Guardia Civil llegan a ocupar hasta dos carriles y, ante la falta de espacio, se han colocado en la medianera de una de las vías cercanas al colegio. 

La Avenida de las Universidades es la más afectada por esta situación que desespera a los vecinos de la zona y a las familias del Colegio Tabladilla, que temen que el próximo curso vuelvan a enfrentarse a este problema para el que, por ahora, no parece que exista solución. El remedio es la construcción del depósito planteado por la Consejería de Justicia en el Campo de Gibraltar, cuyas obras comenzaron hace unos meses. Mientras que ese recinto no esté habilitado, los coches y narcolanchas aparcados en Montequinto continuarán siendo una constante. 

Uno de los vehículos intervenidos por la Guardia Civil. Uno de los vehículos intervenidos por la  Guardia Civil.

Uno de los vehículos intervenidos por la Guardia Civil. / José Ángel García

Conviene recordar que se trata de vehículos intervenidos en distintas operaciones en las que ha participado el Instituto Armado, pero que la mayoría carecen de orden judicial para que sean trasladados al depósito donde van a parar los que sí la poseen. A ello se añade la negativa de la Guardia Civil a que permanezcan en el interior de la comandancia, al entender que obstaculizan los servicios que en dicho recinto se prestan e interfieren en la vida de las familias que allí residen. 

La solución a este déficit desde hace tiempo ha sido ir almacenando los vehículos y narcolanchas intervenidos en un solar que existe entre el colegio y la comandancia, que ya se ha quedado pequeño, motivo por el cual ocupan buena parte de una avenida bastante transitada a diario, hasta llegar a la rotonda que hay delante del hipódromo de Dos Hermanas. 

Sin custodia alguna

"La Guardia Civil tiene solares donde guardarlos. Y también puede hacerlo en el cuartel que posee en Montequinto. Lo que no es lógico es dejarlos en mitad de un barrio y a pocos metros de un colegio, donde los menores observan a diario el material intervenido a narcotraficantes", lamenta otro vecino del barrio, quien abunda en que estos coches "no están custodiados", motivo por el cual son objeto de continuos robos y hasta de incendios. 

Para este residente, el Ayuntamiento de Dos Hermanas también debería intervenir para intentar solucionar un problema que está convirtiendo una zona próxima a Entrenúcleos, eje de expansión urbanística, en "una auténtica chatarrería".