Acerinox prevé nuevas inversiones en Los Barrios

La empresa espera mejorar de nuevo sus resultados en 2017

Alerta de la posible fuga de carbono en Europa por el cambio en el mercado de CO2

Obras de la nave para la nueva línea de recocido y decapado de la factoría de Acerinox Europa.
Obras de la nave para la nueva línea de recocido y decapado de la factoría de Acerinox Europa. / E.s.
Raquel Montenegro Enviada Especial

Madrid, 01 de junio 2017 - 02:37

Acerinox prevé seguir invirtiendo en su fábrica de Los Barrios en los próximos años. La siderúrgica española está ejecutando en la actualidad una inversión de 140 millones de euros en un nuevo tren de laminado en frío y una nueva línea de recocido y decapado, instalaciones que quiere tener en marcha a finales de este año. Pero la inversión en el Campo de Gibraltar no se quedará ahí: la empresa tiene más "proyectos de mejora" y prevé ejecutar nuevas actuaciones en un cronograma aún por determinar, que se irá viendo "poco a poco", en palabras de su presidente Rafael Miranda.

La factoría de Palmones es clave para el grupo Acerinox, la segunda más importante después de la planta de North American Stainless (NAS), que permite al grupo ser líder en el mercado norteamericano del acero inoxidable con una cuota del 35%. En ambos casos, la siderúrgica está en pleno proceso de ejecución de inversiones que le permitirán mejorar la productividad y aumentar su liderazgo en los mercados de mayor valor añadido. En Europa, Acerinox cuenta con un 15% de cuota de mercado y está ejecutando una mejora de su única instalación, la de Los Barrios, sustituyendo equipos antiguos (en funcionamiento desde su apertura en 1972) por otros de última tecnología. Cuando esa inversión esté finalizada, destaca el consejero delegado, Bernardo Velázquez, "seremos el único fabricante europeo que podrá producir espesores muy finos en ancho 1.500" y la fábrica ganará en eficiencia y productividad. A esos 140 millones seguirán más, aunque Velázquez puntualiza que con una inversión media anual de 50 millones de euros en la factoría de Acerinox Europa la mejora tecnológica se ha ido realizado progresivamente: aunque las carcasas de los equipos son de los años 70, "el equipo por dentro, su regulación, tecnología y control son de última generación", explicó en una presentación previa a la junta general de accionistas que se celebrará hoy en Madrid.

Finalizada está ya la otra gran inversión del grupo, la que ha ejecutado en su planta de Kentucky. Con 116 millones de coste, NAS cuenta ya con una línea de recocido brillante de acabado BA y un laminador en frío que aumenta su capacidad de producción y le da la posibilidad de fabricar un producto de elevada demanda en Norteamérica que ahora tiene que ser importado en gran medida: el acero con acabado brillante, usado, por ejemplo, en los electrodomésticos.

Acerinox aborda el año 2017 con perspectivas positivas. Cerró 2016 con una importante recuperación tras el bache de 2015, con récord de laminación en frío y 80 millones de beneficio. Y el primer trimestre de 2017 fue el mejor de los últimos diez años, con un beneficio de 98 millones de euros y un Ebitda (beneficio bruto de explotación antes de la deducibilidad de gastos financieros) de 191 millones, un 366% más que en el primer trimestre del año anterior. Para el conjunto del ejercicio la empresa espera mejorar sus resultados del pasado año, "pero no podemos esperar que los resultados del primer trimestre se multipliquen por cuatro", apuntó Velázquez.

"Esperamos que sea un año francamente bueno", aseguró, aunque sin concretar datos. Como muestra, se ha aprobado un dividendo en metálico después de varios años en el que se había optado por el scrip dividend (dividendo en acciones). El precio base del acero inoxidable está aún bajo, un 25% por debajo de la media precrisis, pero se espera que se vaya recuperando, como ya lo hizo el pasado año; no obstante, remarcan desde Acerinox, la empresa ha sido capaz de aumentar progresivamente sus márgenes en los últimos años a pesar de la caída de precios, consecuencia de la caída del precio del níquel y de la sobreproducción china. Los planes de mejora de la eficiencia han sido efectivos y se espera impulsar los resultados una vez se estabilice el valor del níquel.

La gran incertidumbre para el mercado del acero, como para muchos otros, llega desde China. El país asiático ha pasado de producir un 3% del acero inoxidable mundial en 2000 al 54,4% en 2016, convirtiéndose ahora en exportador. El fuerte ritmo de crecimiento de las instalaciones industriales chinas llevó a una sobreproducción que se está reabsorbiendo. Ahora, China se enfrenta a dudas sobre la evolución de su economía. Acerinox vigila de cerca la evolución del "mercado más competitivo", en el que también está posicionada a través de la fábrica de Bahru, en Malasia. "La impresión es que hay una tendencia del Gobierno chino a racionalizar sus actuaciones, buscar comportamientos económicos más cercanos a los del mundo occidental", asegura Miranda.

Una de las grandes fortalezas de Acerinox es su presencia en cuatro continentes. A las fábricas de EEUU, Europa y Malasia se suma una cuarta en Sudáfrica. Aunque el principal para ellos, recuerda la compañía, es el norteamericano, en el que hay una evolución positiva aun cuando los planes anunciados por Donald Trump a su llegada a la presidencia de los Estados Unidos aún no se han virtualizado. Medidas que repercutirían en positivo en el grupo al ser productor local, "pero en cualquier caso la situación ya es francamente buena", señala el director financiero de la compañía, Miguel Ferrandis.

En Europa, la incertidumbre llega de la mano de la legislación medioambiental. En estos momentos se debate en Bruselas el nuevo modelo de comercio de derechos de emisión y la industria del acero ya ha alertado del daño que puede causar un sistema que no tenga en cuenta las necesidades del sector. Frente a la producción en factorías eficientes, advirtió Bernardo Velázquez, existe el riesgo de que se produzca una fuga de carbono, que la producción industrial europea "languidezca" y sea sustituida por la de otros países con menos compromiso ambiental.

La incógnita se abre a partir de 2030, el nuevo horizonte de control de las emisiones; la propuesta de las empresas pasa por que se establezca como benchmark (punto de referencia) las de la factoría más eficiente, de forma que hasta ese tope las emisiones sean gratuitas. "Lo que no se puede reducir técnicamente debe ser gratis", señala.

El coste de la energía es otra de las reivindicaciones de la industria española por la diferencia de precios con otros países, incluidos los europeos, que disminuye la competitividad de los productos españoles. Aunque también en el resto de Europa hay sobrecostes respecto al resto del mundo debido a que "Europa ha decidido ser punta de lanza del desarrollo medioambiental", asegura Rafael Miranda.

"Nosotros decimos en todos los foros en los que se habla de reindustrialización que lo primero que hay que hacer es defender la industria que tenemos", señala Velázquez, "porque además son grandes tractoras de otra industria auxiliar". La compañía aportó ayer otro dato, el de los salarios e impuestos abonados en 2016: en España (donde el 90% de sus recursos están en Los Barrios), Acerinox pagó 128 millones en sueldos y 38,2 millones a la Seguridad Social. En cuanto a los impuestos abonados, éstos ascendieron a 32,2 millones.

Premio a la seguridad en la factoría

La factoría de Acerinox Europa ha sido premiada con la medalla de oro a la seguridad 2017 por el International Stainless Steel Forum (ISSF). Este organismo ha dado su galardón al diseño de un accionamiento con el que evitar accidentes en la colada continua de la acería, un instrumento de elevación para el tundish que evita el riesgo de daños en manos y dedos, también en el resto del cuerpo. En 2016 la planta redujo un 20% su ratio de accidentabilidad, el tercer año consecutivo de descenso. El segundo premio fue para la planta sudafricana de Acerinox por su esfuerzo en la reducción de accidentes y mejora de la seguridad en el transporte de mercancías.

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