El Patronato de la Fundación La Caixa, que gestiona la Obra Social y se reunió ayer en Barcelona en sesión extraordinaria, aprobó iniciar el proceso de disolución y su posterior integración en La Caixa, una vez que ésta pase a ser fundación bancaria, para adaptarse a la ley de cajas.

Según informó en un comunicado, el proceso culminará previsiblemente en otoño de 2014, e implicará la cesión global de los activos y pasivos de la Fundación Caixa d'Estalvis i Pensions de Barcelona a la Caixa d'Estalvis i Pensions de Barcelona. De esta manera, la Obra Social se gestionará de forma directa por la propia entidad, La Caixa, una vez que ésta se haya transformado en fundación bancaria.

Según el comunicado, la modificación organizativa permitirá "dar un nuevo impulso a la Obra Social de La Caixa y reforzar su capacidad operativa".

El compromiso social de La Caixa, con un presupuesto anual de 500 millones de euros, se tradujo en 2013 en el apoyo a 42.546 iniciativas de las que se beneficiaron 8.784.752 personas, en ámbitos de actuación como la superación de la pobreza en España y el fomento del empleo entre colectivos con dificultades. También fomentó la plena integración de las personas mayores en la sociedad y la atención a las personas con enfermedades avanzadas, a la vez que apoyó la educación y la difusión de la cultura.

La Obra Social La Caixa también tiene presencia en Marruecos, con acciones como el Programa Incorpora -para fomentar el empleo, con 2.500 beneficiarios desde 2009 en Tánger y Casablanca- y el proyecto Mirall-Mraya de atención a personas en situación de vulnerabilidad. Precisamente, el pasado miércoles la entidad inauguró en Tánger su segunda oficina en Marruecos, de forma que se convierte en el único banco español operativo en esta región del norte del país, donde operan más de 250 empresas españolas.