"Si Carbures hubiera nacido en EEUU sería una empresa de cuatro dígitos"
Presidente de Carbures
El fundador de la compañía afirma que se ha sacrificado el beneficio para crecer y añade que el éxito hubiera sido aún mayor en un ecosistema más proclive a la tecnología
Carbures, grupo gaditano de fabricación de piezas y estructuras de fibra de carbono y otros materiales, es una historia de éxito, o al menos así lo defendió ayer Rafael Contreras, fundador y presidente de la firma, en un desayuno-coloquio organizado por Grupo Joly y patrocinado por Cajasur.
Lo es porque nació en 2003 como spin off con cuatro personas y hoy emplea a 980 empleados -450 en Andalucía-, según afirmó. Porque comenzó prestando servicios a la aeronáutica y ha terminado entrando en automoción, oil & gas o construcción civil. Porque ya está en siete países y porque ha llegado a valer casi 700 millones en términos bursátiles. "Trataron de echar al fundador por problemas internos que no existían, más allá de los propios de una compañía que crece de una manera brutal. Y hoy la compañía sigue viva, sigue creciendo a dos dígitos y sigue demandando recursos para seguir creciendo".
El crecimiento no ha estado exento de vicisitudes: altos y bajos en Bolsa, suspensión de cotización tras el hundimiento de Gowex en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), disputas y reestructuraciones accionariales, entrada del fondo Black Toro Capital en el accionariado con el 49% y, en los últimos meses, el proceso de fusión con la ingeniería Inypsa. Contreras cree que en esta historia "mucha gente ha visto rescate donde en realidad hay voluntad de crecimiento" y tiene claro que el beneficio o el dividendo al accionista, aunque está cada vez más cerca, no es urgente. "Nosotros estamos apostando por la capacidad de crecimiento para conseguir una dimensión determinada. Si reducimos estructura estaríamos ganando dinero pero apostamos por alcanzar la dimensión de crucero. Eso lleva su plazo", afirmó.
El próximo paso es la fusión con Inypsa, firma que cotiza en el mercado continuo. Contreras será presidente de la firma resultante, en la que está aún por definir el peso de los accionistas de Carbures. El 27 de junio es una fecha clave, ya que se reunirán los consejos de administración para determinar el canje de acciones. Sí que confirmó Contreras que la sede social de la nueva compañía -que tendrá más de 1.100 trabajadores y 400 millones de facturación- no tendrá la sede social en Jerez, aunque sí, evidentemente, centros de producción. "La sede social se traslada a Madrid por un tema administrativo, ya que es una fusión por absorción que lidera la compañía que cotiza en el mercado continuo (Inypsa)".
Contreras, por otro lado, no se arrepiente de haber entrado en el MAB, porque eso ha permitido modernizar la firma. "El hecho de que seas cotizada permite ir al mercado global; todo el mundo te supone unos estándares de gobierno corporativo, de transparencia, y eso te ayuda con el cliente", afirma. Eso no quita para que este mercado necesite "una reforma evidente". "Es para empresas en expansión y se suele pensar que es un Nasdaq o algo parecido, y no lo es. Se tiene que trabajar en que sea un mecanismo de financiación real, y hoy no lo es porque no hay fondos que inviertan. Hay que darle una vuelta de tuerca".
Más allá de Carbures, Contreras se detuvo durante bastante tiempo en sus otros proyectos empresariales, que ha emprendido con su primo, Iván Contreras. Quizás el más destacado es la recuperación de la histórica marca Torrot para hacer vehículos eléctricos de dos y tres ruedas. En la zona franca de Cádiz está levantando una fábrica y a partir del mes de septiembre comenzará a producir uno de los productos estrella, el velocípedo, una especie de motocicleta de tres ruedas con carrocería, "con las prestaciones de una moto y la seguridad de un coche", dice Contreras. "Convencer a nuestro socio inversor para implantarnos en Cádiz ha sido complicado, y lo hemos logrado por el rendimiento que tenemos en Jerez (donde fabrica Carbures); eso ha convencido a mi socio de que Cádiz es una buena apuesta industrial". Otra apuesta de Rafael e Iván Contreras, vinculada, es la filial de Torrot Gas Gas, una firma catalana especializada en el desarrollo de motos eléctricas de trial.
Hay más. Muving, la empresa de alquiler de motos eléctricas, se ha implantado en 12 ciudades, en todas las importantes andaluzas salvo en Huelva, Almería y Jaén. Hace unos días comenzó a andar en Atlanta, con 195 motocicletas, y prevé hacerlo en agosto en Nueva York y el resto de la Costa Este de EEUU. En total, ya cuenta con 160.000 usuarios y casi 80.000 de ellos efectúa más de seis viajes al día, según Contreras. Él tiene claro que EEUU es el ecosistema de sus ideas. "Vamos a usar la experiencia que hemos tenido en Carbures para colocar Muving en el sistema adecuado. Yo tengo claro que si Carbures hubiera nacido allí hoy sería una compañía de cuatro dígitos tranquilamente", dice. "Con Muving nos vamos a desarrollar financiera y tecnológicamente en EEUU, allí abrazan la tecnología, aunque son muy exigentes. Hay que estar bien preparados para ir allí, sólo te ayudan si ves que tienes tecnología y eso con Muving está ocurriendo", afirma.
La última de sus aventuras empresariales es Skully, un casco de realidad aumentada habilitado para la automoción que "fue creado por una spinoff de San Francisco pero no se desarrolló industrialmente". Un fondo de Silicon Valley, Western Technology Investment, "confió en nosotros y hoy tiene sede en Atlanta y recuperamos Skully; en septiembre se entregan las 10.000 primeras unidades del casco inteligente, por supuesto hecho en fibra de carbono con tecnología de realidad aumentada".
"Los principales enemigos de Andalucía somos nosotros mismos"
Empresario atípico -se presentó en el atril con un polo naranja y un robot que usa Airbus en sus procesos industriales-, Rafael Contreras apelo a los directivos andaluces presentes en el acto para que cuando acuden a foros de fuera de Andalucía rompan con la imagen estereotipada de la región. "Los principales enemigos de Andalucía somos nosostros mismos", dijo, en referencia a que cualquier comentario negativo de lo que se hace aquí, aunque sea inocente, puede ser "demoledor" para alguien de fuera, ya que "hay muchos clichés que nos hacen daño". "No nos damos cuenta de que la imagen de todos es la imagen de uno mismo", dijo, y puso como ejemplo al empresariado catalán: "Se descuartizan entre ellos en sus reuniones internas pero cuando tratan con alguien de otro sitio están absolutamente unidos". Esa cohesión, dijo, se manifiesta en que "no hay un solo directivo catalán que no se conozca al dedillo la estructura empresarial de su región, eso no pasa aquí". Dejando claro que hay que abandonar esa actitud de que cada uno haga la guerra por su cuenta, afirmó también que en Andalucía hay mucho talento y trabajo. Y se refirió específicamente a la ingeniería. "No tenemos nada que envidiar en este campo a los países más potentes del mundo, como EEUU, Japón y Alemania, estamos en un nivel de primer orden en el mundo". Ésa es la fortaleza, a veces desconocida. La debilidad, que "es una sociedad en muchas ocasiones mezquina y envidiosa".
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