Economía

Fallece Miguel Castillejo

  • El sacerdote y ex presidente de Cajasur muere en su domicilio a consecuencia de un infarto a los 86 años.

El ex presidente de Cajasur, Miguel Castillejo, falleció ayer en Córdoba a los 86 años de edad a consecuencia de un infarto. Los restos del que fuera creador de la entidad cordobesa fueron trasladados a la Fundación que lleva su nombre, ubicada en la plaza de las Doblas, donde se instaló una capilla ardiente a primera hora de la noche de ayer. La misa funeral será oficiada hoy por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, a las 17:30 en la Mezquita-Catedral. El canónigo había mantenido hasta el momento su actividad con normalidad y hasta ayer mismo realizó sus obligaciones laborales hasta que le sobrevino el infarto que le produjo la muerte. 

 

Castillejo nació en Fuente Obejuna (Córdoba) el 29 de octubre de 1929 y ha pasado a la historia como uno de los cordobeses más influyentes de su época. Se ordenó cura en 1953 y posteriormente se graduó en Ciencias Sociales por el Centro de Estudios Sociales del Valle de los Caídos, materia de la que se doctoró por Universidad Pontificia de Salamanca, en 1973. Más tarde amplió su formación con la Licenciatura en Ciencias Políticas y Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y el doctorado en Filosofía y Letras por la misma universidad. Pero Castillejo es conocido y será recordado sobre todo por su relación con la actividad financiera, a la que llegó en 1973 cuando tomó posesión como vocal del consejo de administración del Monte de Piedad, fundada por el Cabildo en 1864. Dos años más tarde accedió a la presidencia y fue durante su etapa al frente de la entidad cuando alcanzó la fusión en 1995 con la Caja Provincial -fundada por la Diputación en 1952- que dio lugar a Cajasur, la primera entidad financiera de Córdoba y la tercera de Andalucía. Castillejo inició el camino de expansión de la entidad y llegó a tener en sus manos el devenir de la ciudad aunque la crisis, el declive de la caja cordobesa y las dudas sobre su gestión lo llevaron al olvido de las instituciones que en otra época lo encumbraron. 

 

El despegue económico y el boom inmobiliario llevaron a Cajasur a lo más alto de la mano de un Castillejo que supo modernizar la entidad resultante y actuó con instinto en un momento importante para el devenir de las entidades financieras. Fue el momento de mayor desarrollo de la ciudad de la mano de empresas como Arenal 2000, Noriega o Prasa, que encontraron en Cajasur y en Castillejo su mayor aliado. El ex presidente de la entonces caja manejaba prácticamente todos los hilos de ciudad con su capacidad para otorgar crédito y su poder derivó en una situación de privilegio y relaciones especiales con todos los círculos de la ciudad. Íntima era su relación con la ex alcaldesa, Rosa Aguilar, además de muchos empresarios como Rafael Gómez. Pero es que Castillejo quiso influir también en la Iglesia y provocó la salida de Monseñor Martínez como obispo de Córdoba, con el que fueron famosos sus cruce de notas en la medianoche. Con Juan José Asenjo, actual arzobispo de Sevilla, la relación fue clara porque vino a jubilarlo.

 

Miguel Castillejo era aclamado en las asambleas de la entidad y rara era la oficina que no contaba con un retrato suyo presidiendo. Prácticamente se pisaba el suelo por el que pisaba y famosas son sus comidas en Viana y sus regalos. Llegó a ser investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Córdoba en reconocimiento a su mecenazgo con la institución docente, pero todo empezó a desmoronarse por varios motivos. La Junta de Andalucía comenzó a poner a finales el ojo en Castillejo a finales de los 90, lanzando la Ley Andaluza de Cajas para evitar el control que la Iglesia estaba desarrollando en la entidad. La relación se tensó en 2002 cuando se dio ca conocer la póliza de jubilación de tres millones de euros a favor de Castillejo, que dejaba a sus tres hermanas. Apropiación indebida y falsedad fueron algunas de las acusaciones que la Junta vertió sobre el ex presidente de Cajasur, aunque finalmente se alcanzó el conocido como Pacto de Santa Lucía por el que Castillejo abandonó la caja en 2005.

 

Además de la Junta, el Banco de España también puso su atención en Cajasur y llegó a multar al canónigo con 50.000 euros "por maquillar" las cuentas entre los años 2003 y 2004. Tras dejar la caja se ocupaba de la Fundación Miguel Castillejo, una organización "para la promoción de la cultura y del bien social, entendidos como medios imprescindibles para la dignificación del ser humano". Ayer falleció en su domicilio cordobés a los 86 años.

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