Iberdrola minimiza su inversión en España por la reforma energética

"Ahora somos más británicos, mexicanos o estadounidenses que españoles". Así definió este miércoles el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, el posicionamiento de la compañía ante el nuevo plan estratégico de la compañía 2014-2016, periodo en el que prevé una inversión de 9.600 millones de euros. La eléctrica centrará el foco en Reino Unido, Estados Unidos y México, que concentrarán el 80% del esfuerzo inversor. Además, iniciará una "reducción progresiva" de la exposición a España por la incertidumbre regulatoria y la reforma energética, que supuso en 2013 el desembolso de 1.044 millones en tributos, el doble que en el ejercicio anterior. De esa cantidad, las tasas a la generación y a las renovables suponen un total de 490 millones de euros. El presidente de la compañía criticó que "las tasas superan los costes de personal y la contratación de servicios externos" en España.

Para este ejercicio, la eléctrica prevé que las medidas del Gobierno restarán 1.310 millones al resultado bruto. Galán especificó que la inversión en España en el periodo 2014-2016 se reducirá a 1.500 millones y se destinará sólo a mantenimiento de infraestructuras. "Serán las imprescindibles dentro del marco legal que nos fijan las autoridades. Los reguladores dicen que sobran redes y generación en España. Si no hace falta, no vamos a hacerla", señaló el primer ejecutivo de la eléctrica, que recordó que algunos estudios citan a España como "un país ininvertible".

Para evidenciar aún más su apuesta internacional, la compañía presentóeste miércoles sus resultados anuales y sus perspectivas de inversión en Londres, aunque Galán defendió su "españolidad" a título personal durante el turno de preguntas. Iberdrola anunció que cerró 2013 con un beneficio neto de 2.572 millones de euros, un 7% menos que en el ejercicio anterior, reducción que achacó a las medidas del Gobierno de Mariano Rajoy. El primer ejecutivo de la eléctrica subrayó que en España "se han adoptado decisiones equivocadas a la hora de encarar los tres ejes fundamentales de cualquier política energética: suministro, competitividad y sostenibilidad". El presidente de la compañía especificó que España ha cometido un triple error: sobrecapacidad, "que está abocando al cierre a numerosas instalaciones eficientes"; fomento de las tecnologías más caras, "como las solares, frente a las más baratas, como la nuclear, la eólica ola hidráulica"; y por último, incentivar el uso de las centrales de carbón, "la tecnología térmica más contaminante”, frente a las más modernas de ciclos combinados de gas.

Pese al recorte de la inversión en España, Galán insistió en que la compañía ha destinado más de 22.000 millones de euros al desarrollo de infraestructuras en el mercado doméstico desde que llegó a su Presidencia, en 2001. En este periodo, el peso del negocio nacional ha pasado del 90% al 30%.

Ante las dudas sobre el mercado doméstico, la compañía ha optado por centrarse en "proyectos energéticos y países que disfruten de una regulación predecible y estable". Reino Unido, Estados Unidos y México serán los objetivos preferentes de la compañía, fundamentalmente en los negocios considerados regulados –redes, renovables y generación-. Sin embargo, Galán evitó posicionarse sobre el impacto que supondría la independencia de Escocia, reiterando que se trata de "un pronunciamiento que sólo corresponde a los británicos". La eléctrica considera que afianzando su perfil internacional paliará la caída de los ingresos en España. En ese sentido, espera elevar el beneficio neto durante el próximo trienio en un 4% anual, manteniendo un dividendo mínimo de 0,27 euros por título para sus 650.000 accionistas.

Asimismo, la compañía proseguirá en el proceso de desapalancamiento y reducción de costes. La plantilla del grupo se reducirá en 1.000 trabajadores debido a la no reposición de los empleados que se jubilen. "La contratación de profesionales sólo se producirá como consecuencia de los nuevos proyectos que se pongan en marcha durante el trienio", se especifica en la presentación del plan. También se propone recortar su endeudamiento en 1.800 millones hasta los 25.000 millones de euros, de forma que el apalancamiento pasaría del 43% al 40% del balance.