Mercadona consolida su apuesta por la I+D en el nuevo centro de Guadix
El Bloque Logístico de la compañía ha supuesto una inversión de 60 millones de euros y la creación de 150 puestos de trabajo
200.000 metros cuadrados de superficie, 60 millones de euros de inversión, 150 puestos de trabajo directos y otros tantos indirectos, 300 camiones diarios y más de 80 supermercados servidos en Granada, Jaén y Almería. Éstas son las principales cifras del Bloque Logístico de Mercadona que funciona desde hace seis meses en Guadix y que ayer fue inaugurado oficialmente por la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el presidente de Mercadona, Juan Roig. Éstos son los principales datos de un proyecto que comenzó a gestarse en 2005 y que vio la luz, por fin, a principios de 2013, dos años después de que se pusiera la primera piedra en el Parque Empresarial Príncipe Felipe.
Pero, más allá de las frías cifras, están las implicaciones. Porque puede que el Bloque Logístico de Guadix no sea el centro de operaciones más grande de Andalucía, ni el que más empleo ha generado, pero sí uno de los pocos que se ha puesto en marcha en un momento especialmente complicado, en una comarca deprimida económicamente y con una apuesta decidida por la I+D+i y, sobre todo, por la inversión.
El Bloque Logístico de Guadix -compuesto por una nave de secos, otra de frío, una de recogida y tratamiento de envases y una fábrica de pan- ha supuesto una inversión de 60 millones de euros, de los que cinco han ido a parar a la implantación de un sistema pionero de almacenamiento y preparación automática de palés, el Picking Puente Grúa (PPG), destinado a evitar sobreesfuerzos y a hacer más competitiva esta parte del proceso. Ésta es la joya de la corona del nuevo centro de operaciones de la cadena de supermercados, como reconoció el propio Juan Roig, que apuntó que se trata de un sistema "único en el mundo" capaz de mover más de 30.000 cajas de productos frescos en una hora.
Roig, que explicó que la apertura del centro es "un paso importante para la compañía en Andalucía", aseguró que, en el caso de Mercadona, a la I+D+i hay que sumarle otra i, la de la inversión. "Si haces mucha I+D y no inviertes, no sirve de nada". Y lo de estar parado no va con el carácter del presidente de la compañía, que durante su discurso hizo toda una declaración de intenciones: "Si queremos que ocurran cosas diferentes y mejores, tenemos que hablar menos y hacer más", ya que la "obligación" de la empresa es adaptarse "constantemente a la realidad y crear, con hechos, las condiciones necesarias para contribuir al desarrollo económico y social".
En esta línea, Mercadona también se ha propuesto mimar a sus proveedores y a los 27 interproveedores que trabajan con más de 4.200 pequeñas y medianas empresas y que dan empleo estable a 5.700 personas. Roig aseguró ayer que la compañía apoya decididamente al sector primario andaluz, apostando por que "el agricultor, pescador o ganadero tenga un sueldo y un trato justo", de forma que para ellos sea un "orgullo" ser parte de la cadena agroalimentaria sostenible de Mercadona.
Si importantes son los trabajadores y los proveedores, también lo son los clientes. Roig subrayó que el nuevo sistema de almacenamiento -al igual que el resto de procesos que se llevan a cabo en el Bloque Logístico, a donde llegan los productos de los proveedores y, una vez preparados, se distribuyen a las tiendas en camiones- vela por la calidad de los productos que llegan hasta el cliente, acortando los plazos de entrega de la mercancía en las tiendas. De hecho, el presidente de Mercadona adelantó que el Bloque Logístico incorporará en 10 días "una mejora impresionante" en la zona de frutas y verduras.
Al centro de operaciones de Guadix todavía le queda margen para innovar, aunque los procesos, no sólo el de almacenamiento de palés, ya están automatizados y optimizados al máximo. En la fábrica de pan, donde se producen 8.000 barras a la hora, trabajan 30 personas en turnos de mañana, tarde y noche seis días a la semana, pero el proceso está completamente robotizado y en ningún momento el personal entra en contacto con el producto. En la zona de seco, donde se reciben los palés de los distribuidores y se preparan para su expedición, sí que hay una plantilla más abultada, que se encarga de la gestión de 3.000 palés diarios y de asegurarse de que los camiones van llenos hasta arriba. En la zona de frío, la más automatizada por el sistema PPG, trabajan tres empleados de forma permanente, aunque son bastantes más los que se encargan de asegurar el funcionamiento de un proceso automatizado que, como admitió Roig, supuso para su concepción "muchos quebraderos de cabeza".
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