El PSOE defiende la reforma laboral aunque está abierto a introducir mejoras

La secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín, ha defendido la reforma laboral aprobada por el Gobierno "tal y como está", aunque ha asegurado que los socialistas están abiertos a negociar con todas las fuerzas parlamentarias que "quieran ser constructivas" para mejorar la nueva norma.

Pajín se ha referido al decreto ley que entró en vigor el pasado viernes y que este martes probablemente será convalidado por el Congreso, aunque no ha detallado qué puntos están dispuestos a negociar los socialistas y tampoco se ha pronunciado en torno a una mayor clarificación del despido por causas económicas. Pajín ha apelado a la prudencia para no revelar la marcha de las negociaciones que los socialistas mantienen con otras fuerzas políticas y se ha limitado a ratificar su convencimiento de que será convalidado. Después, se iniciará su tramitación parlamentaria como proyecto de ley, sobre la cual tampoco ha querido adelantar si será con carácter de urgencia.

"Toca tomar decisiones y queremos hacerlo con el conjunto de las fuerzas parlamentarias", ha indicado, para poner el acento en que "es el momento de atender a los cuatro millones de parados" y a los cuatro millones de trabajadores con contratos temporales. Así las cosas, ha garantizado que el PSOE va a "trabajar sin descanso, todos los días, cueste lo que cueste", porque "las respuestas tienen que llegar cuanto antes", y ha hecho hincapié en la necesidad de que todos los grupos se pronuncien sobre la propuesta del Gobierno, si aceptan su contenido o cuál es su alternativa en caso contrario.

Dirigiéndose expresamente al líder del PP, Mariano Rajoy, se ha quejado de no haberle escuchado "nada concreto" ni sobre la reforma "ni mucho menos sobre cuáles serían sus propuestas", salvo criticar un supuesto abaratamiento del despido. En este punto, ha recordado que "la única reforma laboral que realmente abarató el despido" en España fue la aprobada por el Gobierno de José María Aznar en el año 2002.

Pese a las dudas que la propuesta del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero despierta en algunos sectores del partido, la número tres de los socialistas ha dejado claro que ésta es la reforma laboral del PSOE. Una reforma con la que los socialistas se sienten "muy cómodos tal y como está", aunque si se logra mejorarla durante la tramitación parlamentaria "bienvenido sea", ha apostillado. Ha reiterado además que el objetivo es "crear más y mejor empleo", dar más oportunidades a las empresas con problemas e impulsar la contratación indefinida.

El PP emplaza al Gobierno a que le llame para buscar acuerdos

El PP ha emplazado al Gobierno a que le llame antes del "último minuto" para explorar vías de un hipotético acuerdo y los populares puedan decidir el voto, ya que aún no hay "una postura máxima cerrada". Según el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, el PP no ha decidido aún qué votará, y por ello, ha emplazado al Gobierno a que se ponga en contacto con el partido. "Hasta el último minuto hay tiempo para que el Gobierno nos llame y encontremos vías para el acuerdo", ha apostillado. Pero el PP sigue muy crítico con el contenido del decreto-ley, tal y como ha señalado Pons.

Ha afirmado que la dirección del partido está "perpleja" por haber leído las entrevistas al ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien, en palabras del dirigente del PP, se ha comportado como "un ministro del paro" por asegurar que "la reforma no crea empleo" y "llega tarde". También ha indicado Pons que el proyecto del Gobierno "no es global", resulta "confuso", "por primera vez en la historia no tiene el apoyo de ningún agente social" y, además, "abarata el despido y podría encarecer la contratación". Pero, por si fuera poco, ha dicho el mandatario del PP, se ha redactado "para perder los próximos dos años" en creación de empleo.

Tras estas palabras, ha afirmado: "Ni el PP ni los españoles están contra el Gobierno o contra el PSOE, sino que están contra la crisis. La crisis sólo se acabará con el cambio político, así que pedimos al Gobierno que no se interponga entre la crisis y el cambio, porque si no, acabaremos todos enfrentados al Ejecutivo" por aparecer como "un obstáculo" en la recuperación. Además, en su opinión, unas elecciones ahora revitalizarían la economía española lo mismo o más que los comicios británicos han propiciado las finanzas de las islas.

Sin embargo, Pons ha emplazado al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a que llame al PP antes de la votación en el Congreso, pues incluso en el caso de que de esas conversaciones se desprenda una posibilidad de acuerdo, los populares podrían decantarse por el "sí". "Estamos abiertos al acuerdo hasta el último minuto del final", ha puntualizado, antes de destacar que "este martes no termina nada" precisamente porque la reforma seguirá su tramitación parlamentaria. Mientras se acerca la votación, el Partido Popular adopta "una posición abierta" que le lleva a sopesar las tres opciones de voto, sí, no y abstención, y a mostrarse "constructivo". Preguntado por qué alternativa propone el PP, Pons se ha remitido a la reforma laboral que se acordó en 1997.

Otro de los asuntos que ha expuesto Pons ante los periodistas es la supuesta condonación de las deudas que había contraído el PSOE. El responsable de Comunicación de los populares ha avanzado que el grupo parlamentario en el Congreso ha cambiado una de las preguntas que le iba a formular el miércoles a la vicepresidenta Elena Salgado para abordar la cuestión. Según ha remarcado, los bancos "perdonaron" a los socialistas 34 millones de euros cuando éstos llegaron al Gobierno.