Repsol invierte mil millones en su área química de Portugal

La petrolera hispano-argentina Repsol YPF inició hoy la ampliación de sus instalaciones lusas de Sines, que darán un fuerte impulso al negocio de su área química y supondrán una inversión de mil millones de euros en Portugal.

El primer ministro luso, José Sócrates, que asistió a la inauguración de las obras con el presidente de Repsol, Antonio Brufau, destacó el esfuerzo inversor español y vaticinó que la industria petroquímica de Sines, que acaba de cumplir treinta años, se convertirá en una de las mayores del mundo.

Brufau destacó a su vez que el desarrollo de Sines es "de extrema importancia para Repsol y está incluido dentro de los 10 proyectos estratégicos de la empresa en el mundo para los próximos años".

"Portugal -agregó- es sin duda uno de los mercados prioritarios para nuestra compañía, como demuestra esta inversión de mil millones de euros".

Sócrates, al que acompañó en la ceremonia su ministro de Economía, Manuel Pinho, dijo que el buen clima de negocios que hay en Portugal, permite que se cumpla el sueño de hace tres décadas, de levantar en Sines uno de los mayores complejos en su género a escala mundial.

El primer ministro destacó que en una primera fase del proyecto, que concluirá en 2011, se crearán 1.500 puestos de trabajo y en una segunda 500 más, y recordó que el Estado también hará aportaciones en forma de construcción de infraestructuras, tanto portuarias como de transportes y comunicaciones.

Sócrates puso además de relieve la rapidez con la que su gobierno ha aprobado el proyecto de Repsol, que surgió hace dos años, y aseguró que Portugal está empezando a ser reconocido por su "buen ambiente" para los negocios.

La ampliación de la producción del complejo se destinará mayoritariamente a la exportación, según Repsol, que superará los 1.200 millones de euros anuales.

La empresa española prevé construir nuevas unidades de fabricación de polietileno lineal y polipropileno, que triplicarán la capacidad del actual complejo petroquímico, e incrementar la capacidad actual del craker en un 40%, hasta alcanzar una producción de etileno de 570.000 toneladas al año.

Además levantará una planta de cogeneración de energía eléctrica de 45 megavatios para aumentar la eficiencia de las instalaciones de Sines, las cuales espera transformar en uno de los complejos más avanzados de la petroquímica europea.

Según datos de Repsol el proyecto de Sines supondrá más de 5 millones de horas en obras de construcción e involucrará 273 kilómetros de tuberías, 9.000 toneladas de acero estructural y 1.500 kilómetros de cableado.

La empresa española opera en Portugal desde 1978, cuando comenzó la comercialización de productos químicos, y desde entonces ha invertido en el país cerca de mil millones de euros.

En 1990 empezó a comercializar combustibles y ahora cuenta con 440 estaciones de servicio en las principales ciudades del país y 10.000 puntos de venta de gas butano y propano, lo que la convierten en la tercera compañía, por cuota de mercado, de un sector que lidera la petrolera portuguesa Galp.

Con la ampliación de sus instalaciones de Sines, Repsol se convertirá, no obstante, en la mayor empresa química de Portugal.