Economía

Un aire acondicionado 'verde' para el coche eléctrico

  • El IAT participa en un proyecto europeo en el que se encarga de 'ecorrediseñar' el sistema de climatización · Sevilla ofrece condiciones de calor extremo para un ensayo óptimo

Una de las principales críticas que se hace al coche eléctrico es que es respetuoso con el medio ambiente durante su circulación, pero no durante su proceso de fabricación. Una realidad que se está intentando cambiar desde muchos frentes. El Instituto Andaluz de Tecnología (IAT) está, precisamente, volcado en uno de los proyectos que, promovidos desde la Unión Europea, va en esa dirección: el rediseño ecológico de las diferentes piezas del automóvil. Y, en esta empresa, la labor encomendada es la de desarrollar un aire acondicionado verde.

"La meta es lograr que el vehículo eléctrico sea sostenible y medioambientalmente aceptable en todo el ciclo de vida: desde la adquisición de los materiales, pasando por el diseño, la producción y el ensamblaje, hasta la venta y destrucción (o reciclaje) de sus componentes", explica Miguel Ángel Luque, director general del IAT. La iniciativa europea en la que se ha embarcado se desarrollará durante dos años y cuenta con un presupuesto de 1,21 millones de euros financiado por los Fondos Feder. En ella participan otras seis instituciones de España, Francia y Portugal y, entre todas, se mejorarán piezas como los neumáticos, el motor, el control de dirección o el sistema de climatización para minimizar su impacto ambiental.

El ecorrediseño del aire acondicionado ha recalado en Sevilla, en las manos de los profesionales del IAT. Las razones saltan a la vista: el calor extremo de la ciudad proporciona las condiciones óptimas para analizar el comportamiento del sistema e introducir una serie de mejoras. En estos momentos, el organismo se encuentra sumergido en la fase de estudio, que se prolongará por cuatro meses.

Para ello, han instalado un conjunto de sensores en un vehículo alquilado a la empresa Cochele con los que evaluarán cómo se desenvuelve el coche frente a diferentes temperaturas, niveles de humedad o tipos de conducción. El objetivo no es otro que determinar cómo impacta el uso del aire acondicionado en la batería del automóvil. "Hoy se estima que consume en torno al 10% de la batería, pero no será hasta finales de año cuando sepamos la cifra exacta", aclara Luque.

A partir de ahí, su labor se centrará en reducir ese impacto del aire acondicionado en la autonomía del coche. En esta segunda etapa ya se trabajará en el rediseño de las piezas para rebajar su impacto medioambiental y se procederá al patentado de las mismas con la vista puesta en una comercialización futura.

Precisamente, será a mediados del año 2013 cuando se empiece a hablar con la industria del automóvil para intentar introducir todas estas innovaciones en los coches eléctricos que llegarán al usuario final. "Está claro que nuestras mejoras darán un valor añadido al vehículo, al reconocerlo como fabricado con un menor impacto ambiental y garantizar que resulta menos dañino para el entorno", subraya Luque, que añade que "los fabricantes contarán así con productos más competitivos y con una mayor penetración en los mercados". Hoy por hoy, Renault es la casa que más está apostando por la fabricación de este tipo de automóviles, aunque otras compañías también cuentan con modelos experimentales, tales como Peugeot, Citroën o Mitsubishi.

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