Economía

Y tú, ¿aparcas o ahorras?

Y tú, ¿aparcas o ahorras?

Y tú, ¿aparcas o ahorras?

Jaime García y Rafael Vallejo, Family Bankers de Banco Mediolanum. Jaime García y Rafael Vallejo, Family Bankers de Banco Mediolanum.

Jaime García y Rafael Vallejo, Family Bankers de Banco Mediolanum.

Para empezar a ahorrar debemos tener claro que no se trata simplemente de aparcar el dinero, sino que tenemos que dejar de gastarlo ahora y buscar soluciones que en un tiempo nos permitan adquirir lo mismo o más de lo que compraríamos hoy. Si lo dejamos aparcado nos encontramos con que esto no se cumple en un contexto como el actual con, entre otras cosas, un IPC disparado desde 2021.

Los españoles tenemos, según el Banco de España, cerca de un billón de euros en depósitos y, de ellos, por cada 100 euros, 86 euros están “a la vista” y 14 euros se encuentran “a plazo”. Sorprendente, pues la rentabilidad media de 2020 a 2024 de los primeros es del 0,06% y del 0,18% de los segundos. Muy inferior a la inflación media de esos cinco años, del 3,6%. En comparación, nos encontramos con que solo hay 356.747 millones en fondos de inversión, a pesar de que son herramientas que nos permiten realizar una gestión más activa de nuestros ahorros y ofrecen múltiples opciones, lo que nos facilita encontrar una que se adapte a nuestros objetivos, características y perfil de riesgo.

Hablando en plata: por cada 100 euros en depósitos a la vista, desde 2020 la inflación se ha comido 17,62 euros y en los depósitos a plazo inferior a un año, 17,36 euros. A la vez, aunque las rentabilidades de los fondos dependen de los tipos de activos en los que invierta, el horizonte temporal y el perfil de riesgo, a largo plazo superan con creces las rentabilidades de depósitos y cuentas corrientes.

A pesar de todo ello, el dinero en depósitos ha crecido desde 2020 en 150.000 millones, mientras que en fondos de inversión se colocaron 67.000 millones, según Inverco. Una decisión que ha pasado factura, pues, según el Banco de España, una de cada cuatro familias gastó el verano pasado más de lo que ingresó, comiéndose unos ahorros que apenas han generado ganancias. Y ahí es donde se ve la importancia de buscar fórmulas que realmente nos permitan contrarrestar los efectos del coste de la vida para lograr un ahorro real.

Todos estos datos nos muestran una realidad demoledora. Limitarse a ahorrar, colocando más dinero del que necesitamos para el corto plazo o para situaciones imprevistas en activos de escasa o nula rentabilidad, es perderlo. Así, si te consideras un ahorrador conservador, lo último que estás consiguiendo es mantener en el tiempo el valor de lo aparcado. Sin embargo, invertirlo con cabeza y apoyo profesional es una manera de minorar la inflación e, incluso, llegar a generar ganancias. Para ello, es preciso pararnos e identificar bien nuestras necesidades y objetivos financieros, cuantificarlos y fijar un horizonte temporal para cada meta, para así poder establecer un plan de ahorro y buscar las inversiones más adecuadas, siempre en soluciones diversificadas. Solo así ahorraremos de verdad.