La buena marcha del empleo, los elevados márgenes empresariales y la abultada inflación han disparado la recaudación tributaria de 2022, que al cierre de noviembre se situaba ya por encima de la cifra récord alcanzada en el ejercicio 2021 (223.385 millones de euros).

El informe de recaudación de noviembre de la Agencia Tributaria muestra unos ingresos tributarios en los once primeros meses de 2022 de 239.789 millones de euros, un 16% más que en el mismo periodo del año anterior que garantiza que se batirá el máximo histórico de 2021.

De hecho, la cifra de recaudación de noviembre ya supera en 7.437 millones la previsión de ingresos tributarios para todo el año recogida en los Presupuestos de 2022 (232.352 millones) y se sitúa a solo 4.283 millones de la previsión actualizada por Hacienda en octubre (244.072 millones).

Como causante de este fuerte aumento de la recaudación fiscal pueden enumerarse varios factores, entre los que destaca la buena marcha de economía, que según adelantó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, crecerá más de un 5% en 2022, lo que repercute positivamente en el empleo y en los márgenes de las empresas.

A este factor caben añadirse los efectos de la inflación -responsable de una cuarta parte del aumento de la recaudación, según la directora general de la Agencia Tributaria, Soledad Fernández- e incluso un cierto afloramiento de la economía sumergida, perceptible en el aumento de los pagos con tarjeta y que reconoce el propio Banco de España.

Es dable destacar además que los ingresos crecen a pesar de las medidas fiscales adoptadas en el ámbito energético para mitigar los efectos perniciosos de la inflación, que en los once primeros meses del año han supuesto una merma de los ingresos tributarios de 6.149 millones de euros.

Todos los grandes impuestos acumularon aumentos de recaudación de dos dígitos en los once primeros meses de 2022, lo que les permitió superar la previsión para el conjunto del año.

El IVA ingresó un 16% más gracias al aumento del consumo derivado de la óptima situación económica y laboral, así como al efecto de la inflación, que repercute casi exclusivamente mediante este impuesto.

El IRPF superó por primera vez el umbral de los 100.000 millones de recaudación al cerrar noviembre con unos ingresos de 102.590 millones (un 16 % más), debido tanto a la positiva evolución del empleo como a las subidas de pensiones y del salario de los empleados públicos, lo que disparó un 12,5% las retenciones practicadas.

A esto se suma el positivo resultado de la campaña de la renta de 2021, cuyos ingresos se incrementaron en un 27% debido al aumento de las rentas no sujetas a retenciones, como las actividades económicas o las ganancias patrimoniales, y a cambios normativos como la subida de los tipos del ahorro (que aportó 339 millones de euros adicionales) o la rebaja de las aportaciones bonificadas a planes de pensiones (352 millones).

En lo que respecta al impuesto de sociedades, este gravamen elevó su recaudación hasta noviembre en un 27%, impulsado por los mayores beneficios de las empresas, sobre todo entre banca y energéticas, tanto referentes al ejercicio 2021 (cuando las ganancias crecieron un 36%) como en los tres primeros trimestres de 2022 (un 19%).

Los Presupuestos Generales del Estado de 2023 prevén además que la recaudación tributaria continúe en aumento este año, cuando espera que alcance los 262.781 millones de euros, un 8% más de los 244.072 millones de euros con los que cree que cerrará 2022.