Economía

El fondo de armario de las finanzas

  • Jaime García. Responsable de Banco Mediolanum en la Zona Sur

El fondo de armario de las finanzas

El fondo de armario de las finanzas

Casi todos tenemos en casa esa cómoda o armario donde guardamos y distribuimos la ropa para encontrarla fácilmente. Pues bien, la planificación financiera funciona de forma similar. Consiste en dedicar un “cajón” a cada objetivo y necesidad vital, con su plazo y horizonte temporal correspondientes.

Igual que repartimos la ropa de invierno y de verano, la de diario o la de las ocasiones especiales, el ahorro y la inversión responden a necesidades y aspiraciones distintas. Y también a diferentes horizontes temporales. Porque no es lo mismo cubrir los gastos fijos que ahorrar para comprarse una casa o invertir para la jubilación o para los estudios de los hijos.

¿Y por dónde empiezo? El primer cajón a ordenar es el del corto plazo. Ese espacio lo dedicaremos al colchón de seguridad que nos permita afrontar los gastos previstos y extraordinarios para un plazo de 12 a 18 meses.

El segundo lo podemos reservar para proyectos a medio plazo (la compra de un vehículo, tu primera vivienda, etc.). Y otro estante a objetivos más aspiracionales pensados a medio-largo plazo (como por ejemplo una segunda luna de miel, una casa en la playa o los estudios de los hijos). Por último, reservaremos uno para destinar el ahorro necesario para poder disfrutar de la jubilación de una forma tranquila.

Esos cajones los iremos llenando según los objetivos de cada uno, que pueden ir variando con el tiempo. Lo que sí debemos tener siempre es un fondo de armario para cubrir nuestros objetivos en la vida. Cada uno en función de sus posibilidades.

Nos quedará decidir cuánto destinamos a cada uno de esos rincones del ahorro y la inversión. Teniendo en cuenta, además, que son vasos comunicantes y que puede haber un trasvase de dinero en función de nuestras circunstancias y oportunidades de inversión. Por eso lo recomendable es que, una vez determinada la capacidad de ahorro —que puede variar a lo largo del tiempo—, se automatice el ingreso mensualmente a cada uno de ellos.

Por último, debemos seleccionar los activos e instrumentos financieros que usaremos para cada uno de esos objetivos. Activos líquidos y de bajo riesgo para los objetivos a corto, mientras que podremos incrementar nuestras posiciones en renta variable para objetivos a largo plazo.

Ahorrar conlleva esfuerzo y mucha disciplina como para que compremos una cajonera producida en serie. Ha llegado el momento de que un profesional te construya un mueble a medida. Del mismo modo debemos contar con el apoyo de un profesional de las finanzas, que conozca nuestras circunstancias y pueda marcarnos la hoja de ruta que nuestro presente y futuro agradecerá.