El Gobierno da luz verde a una ayuda de 600 millones a la industria electrointensiva para compensar el coste de reducir las emisiones

El ministro de Industria, Jordi Hereu, en una imagen de archivo.
El ministro de Industria, Jordi Hereu, en una imagen de archivo. / Europa Press/Jesús Hellín

El Consejo de Ministros ha autorizado la convocatoria de subvenciones correspondiente a 2025 para compensar los costes indirectos de emisiones de CO2, por un importe de 600 millones de euros, según ha anunciado este martes el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, durante la Junta General de Unesid.

Se trata de subvenciones dirigidas a los sectores y subsectores industriales expuestos a un riesgo de 'fuga de carbono'. La nueva convocatoria de ayudas, en línea con el compromiso anunciado por el ministro en diciembre, supone duplicar la cantidad destinada en la convocatoria del año pasado, que tuvo una dotación de 300 millones de euros.

Hereu ha recordado que el Gobierno ha movilizado, desde 2019 y a través de las distintas líneas de ayuda, cerca de 2.000 millones de euros en apoyo directo a la industria electrointensiva española. Junto a estas líneas de ayuda, el Ministerio de Industria y Turismo cuenta con el Perte de Descarbonización Industrial, el cual dispone en conjunto con una inversión pública de 3.170 millones de euros, destinada a movilizar un total de 11.800 millones de euros en inversión público-privada.

Hereu ha mencionado que, hasta el momento, ya han sido concedidas ayudas del Perte de Descarbonización a más de 60 empresas por un importe cercano a los 570 millones de euros. "Sabemos que la descarbonización de la industria es una oportunidad para modernizarla, hacerla más competitiva y reforzar su papel en la economía del futuro", ha apuntado Hereu.

Mayor producción de acero

La producción de acero en España ha registrado un crecimiento del 11,2% en el primer trimestre de 2025 frente al mismo periodo del año anterior, según datos facilitados por la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid). Además, las exportaciones han subido un 4,1%, impulsadas principalmente por la demanda en el norte de Europa e Italia.

El saldo exterior de la siderurgia española continúa en positivo, aunque la balanza comercial se ajusta cada vez más debido al aumento de las importaciones extracomunitarias, que están creciendo a doble dígito en el inicio de 2025. Paralelamente, el sector mantiene su liderazgo en economía circular al reciclar 9,4 millones de toneladas de chatarra, que representan el 80% del acero producido en España.

Estos datos han sido presentados durante la Junta General de 2025 de Unesid, donde el presidente, Bernardo Velázquez, y la directora general, Carola Hermoso, analizaron la situación actual. Velázquez describió la industria siderúrgica española enfrentándose a una "encrucijada clave", marcada por un contexto internacional que calificó de "crecientemente adverso" debido al proteccionismo, el encarecimiento energético, la aceleración de la transición ecológica y la presión competitiva de terceros países.

Hermoso subrayó que, aunque el sector haya mostrado capacidad de adaptación, se ve condicionado por factores estructurales que afectan su competitividad, como la competencia desleal y los elevados costes energéticos. En sus palabras, "El sector ha demostrado capacidad de adaptación, pero no puede afrontar en solitario los efectos de una competencia desleal ni de unos costes energéticos que siguen sin resolverse".

El coste energético es señalado como uno de los principales obstáculos para la siderurgia española. La eliminación del descuento del 80% en los peajes eléctricos ha supuesto un aumento de costes superior a 40 millones de euros anuales para las compañías del sector, que consumen alrededor de 10 teravatios hora al año. Carola Hermoso advirtió que "en España soportamos unos costes de producción del acero dos o tres veces superiores a los de nuestros competidores, como Francia o Alemania. Urge reducir la factura eléctrica mediante peajes justos y costes eficientes si queremos mantener la actividad y el empleo".

Para hacer frente a la desindustrialización y la posible deslocalización del sector, la organización reclama un instrumento permanente de defensa comercial junto con medidas más contundentes. Bernardo Velázquez advirtió que "Europa corre el riesgo de verse inundada de acero mundial no sostenible si no actúa ya" y añadió que "Estamos en un momento crítico en toda la siderurgia europea, y será peor porque en 2026 finalizan las medidas de salvaguardia. No han sido eficaces, pero no podremos resistir sin ellas. La industria europea necesita medidas y ayudas urgentes para afrontar el reto de la descarbonización y para competir contra otros países que no cumplen las reglas del juego".

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