Las medusas, fuente de riqueza como abono y cosmética
Un estudio de Bionaturis y la Universidad de Málaga, financiado por CTA, señala al uso de estos animales para fertilizar cultivos como el más viable comercialmente
El mar, origen de la vida en la tierra, sorprende una vez más por su capacidad para aportar elementos beneficiosos al desarrollo de la vida en superficie. Las medusas que merodean por las costas andaluzas, usualmente temidas y rechazadas por bañistas y pescadores, se han revelado también como un potente abono natural.
Un estudio de viabilidad desarrollado durante el último año por la empresa biotecnológica gaditana Bionaturis, la Universidad de Málaga y el Instituto Español de Oceanografía, apunta a esta aplicación como la más viable para el aprovechamiento comercial de esos animales. El proyecto, cuyo presupuesto ha ascendido a 48.000 euros, ha contado con el respaldo financiero de la Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), que ha aportado 16.800 (el 35% del total). Las medusas se colocan al natural sobre la tierra y su descomposición la enriquece, ya que su veneno contiene un alto contenido en nitrógeno que luego se transforma en nitrato.
Víctor Infante, gerente y fundador de Bionaturis, explica que ya en Japón se ha intentado utilizar las medusas para fertilizar campos de forma puntual, aunque sin éxito comercial. "El alto nivel de sal de estos animales les obliga a desalinizarlos antes de usarlos en agricultura, lo que hace que las cuentas no salgan".
"Sin embargo, los campos del levante almeriense sí permiten el uso directo de las medusas sin tratarlas previamente". Infante precisa que esta aplicación depende del tipo de suelo y de cultivo, y Almería ofrece condiciones óptimas en ambos parámetros. De hecho, el directivo avanza que ya hay una empresa biotecnológica de esta provincia interesada en continuar con las investigaciones para lograr un aprovechamiento comercial de las medusas.
Abonar con medusas es el uso con más posibilidades de éxito citado por el estudio, porque el volumen de este animal que puede recogerse anualmente en las costas andaluzas no es suficiente para abastecer a otras actividades industriales de carácter estable. "Ésta ha sido la primera conclusión importante de nuestro trabajo", añade Infante. El informe cifra en 16 toneladas el volumen recogido, especialmente en las costas mediterráneas, en 2007, frente a las 70 toneladas mínimas para plantearse otros usos. El viento es el elemento clave que empuja a las medusas a tierra, según el documento.
Algunas de esas otras aplicaciones industriales, cuya implantación se descarta en Andalucía, serían su utilización en alimentación humana -como ocurre en algunos países asiáticos-; animal -por su alto contenido en proteínas-; cosmética -posee una alta concentración de colágeno, proteína muy utilizada en ese sector; o en investigación científica -por sus propiedades luminescentes, que podrían usarse como marcador genético-. En fin, que del estudio se deduce que casi se podría decir de la medusa lo mismo que del cerdo: que se aprovecha todo.
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